El exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas ha defendido su inocencia y la del antiguo mandatario Rafael Correa en el juicio que se desarrolla en Quito por el presunto cobro de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, implicada a su vez en otros escándalos políticos en América Latina.
Glas ha asegurado durante su alegato en el ‘Caso Sobornos’, que se prolongó más de tres horas, que no existen pruebas que demuestren que exigió dinero a cambio de la concesión de contratos públicos. Además, ha esgrimido que, por el cargo que ocupaba, no tenía responsabilidad alguna en la firma de los acuerdos puestos en duda, según el diario ‘El Telégrafo’.
Glas, que ha desvinculado también a Correa de cualquier irregularidad, ha señalado en cambio a la exasesora presidencial Pamela Martínez, de quien ha dicho que se sirvió de su cargo para mover dinero. A ella le ha atribuido el mal uso del Fondo de Solidaridad, al que contribuían los miembros de la Presidencia, y la creación de una empresa que supuestamente recibía el dinero de Odebrecht.
El exvicepresidente ha asegurado que las acusaciones contra Correa –residente en Bruselas– tienen como objetivo evitar que sea candidato en futuros procesos electorales. El propio Correa ha denunciado en Twitter una supuesta persecución política en el que ha descrito como «Caso Bochornos».
«Lo que dice Jorge es totalmente cierto. Los casos Odebrecht, Balda, Arroz Verde y otros fueron preparados por #ElPeorGobiernoDeLaHistoria y su Centro de Inteligencia Estratégica», ha afirmado el antiguo presidente, en alusión a los procesamientos abiertos durante el mandato de su sucesor, Lenín Moreno.
Correa, que ha apuntado en varias ocasiones la posibilidad de presentarse a los comicios de 2021, ha tachado de «farsa» el proceso judicial y ha ironizado con que sean los acusados, y no la Fiscalía, quienes quieren más pruebas. «Evidentemente, no buscan la verdad», ha apostillado en una serie de mensajes.