El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha avisado este miércoles de que «está llegando la hora de que todo sea colocado en su debido lugar», deslizando así una advertencia al Poder Judicial, tras una serie de resoluciones contra él y su entorno.
Bolsonaro se ha expresado en este términos al ser increpado a las puertas del Palacio de Alvorada, residencia presidencial, por una mujer que se ha identificado como seguidora suya y que se ha quejado de que los demás poderes del Estado no están dejando gobernar al líder ultraderechista, según informa el diario brasileño ‘Folha’.
«No voy a ser el primero en dar con el palo en la caseta pero ellos están abusando, eso está a la vista de todos», ha dicho, al tiempo que ha defendido que está haciendo «lo que tiene que hacerse».
Horas antes, ha publicado en redes sociales un alegato en el que sostiene que su Gobierno «siempre ha estado del lado de la democracia y de la Constitución brasileñas». «No ha habido hasta ahora ninguna medida que demuestre cualquier tipo de aprecio por nuestra parte al autoritarismo, al contrario», ha afirmado.
Según su relato de los hechos, al llegar al poder puso fin al ciclo del Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff para colocar a Brasil «rumbo a la libertad, trabajando por las reformas necesarias, adoptando una economía de mercado y ampliando el derecho a la defensa de los ciudadanos».
«También redujimos los índices de criminalidad, eliminamos burocracia y nos distanciamos de dictaduras comunistas y firmamos alianzas con países libres y democráticos», ha añadido.
MAYORÍA CONSERVADORA
En respuesta a quienes le acusan de «autoritarismo», Bolsonaro ha esgrimido que en realidad «una gran mayoría» del pueblo brasileño es «conservador», por lo que «la tentativa de excluir ese pensamiento del debate público es lo que, de hecho, es autoritario».
«Basta recordar que hace décadas que el conservadurismo fue abolido de nuestra política y que las personas que se identificaban con esos valores vivían bajo gobiernos socialistas que entregaron el país a la violencia y a la corrupción, hirieron nuestra democracia y destruyeron nuestra identidad nacional», ha espetado.
Bolsonaro ha resaltado que él y a quienes representa soportaron «todos estos abusos sin dejar de respetar ninguna regla democrática». «Incluso cuando un militante de izquierda, ex miembro de un partido de la oposición intentó asesinarme para impedir nuestra victoria en las elecciones», ha recalcado.
El mandatario brasileño ha destacado que su Gobierno ha encajado «del mismo modo» los «abusos» de las últimas semanas, en alusión a las decisiones judiciales que le han obligado a difundir el vídeo de un consejo de ministros y que investigan la difusión de noticias falsas y la comisión de «actos contra la democracia» por parte de su entorno y simpatizantes.
Bolsonaro ha aseverado que respeta «la armonía entre los poderes» del Estado, si bien ha considerado que «fingir naturalidad ante todo lo que está pasando solo contribuiría a la completa destrucción» de la democracia brasileña.
«Lucho para hacer mi parte, pero no puedo permanecer callado cuando los derechos son violados y las ideas son perseguidas. Por eso, tomaré las medidas legales posibles para protger la Constitución y la libertad de los brasileños», ha avisado.