El petrolero 'Mare doricum', origen del vertido de crudo de Repsol en Perú - EL COMERCIO / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO
La Dirección General de Capitanías y Guardacostas (Dicapi), la autoridad marítima del país, ha alertado de la existencia de «una mancha oleosa» en las inmediaciones de las instalaciones de la refinería de La Pampilla, situada en la capital y bajo la administración de la multinacional española Repsol.
Por su parte, y tras ser consultados por el ente, Repsol habría explicado que dicha mancha se trataría de residuos del mismo hidrocarburo derramado en primera instancia, «el cual se habría filtrado a pesar de haberse realizado los trabajos para retirar el crudo», recoge la emisora RPP.
Asimismo, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha informado en un comunicado de que este nuevo derrame se podría haber producido mientras se llevaban a cabo labores de retirada de la estructura de colección y distribución del crudo.
Sin embargo, el organismo también ha iniciado una supervisión de lo acontecido para «verificar la responsabilidad de los hechos, el impacto generado y la implementación del Plan de Contingencia por parte de la empresa».
Unos 18.000 metros cuadrados de playa han sido afectados por el primer vertido de petróleo de al menos 6.000 barriles, una situación que, según ha defendido Repsol, ha sido causada por un «fenómeno marítimo imprevisible» a raíz de la erupción el pasado 15 de enero de un volcán en una isla de Tonga.
Entre los distritos de la capital peruana afectados están Ventanilla, Santa Rosa y Ancón, aunque el crudo también ha llegado hasta el mar de Chancay, distrito situado en la provincia de Huaral.
Esta semana, el Gobierno peruano ha decretado la emergencia ambiental durante un plazo de 90 días, una medida con la que las autoridades esperan facilitar los trabajos de recuperación y limpieza para mitigar la contaminación, así como para proteger la salud de la población.
Por otro lado, Repsol ha sido centro de las críticas por parte, especialmente, de los dirigentes peruanos. Es el caso del gobernador regional de Lima, Ricardo Chavarría, quien ha anunciado que demandará a la empresa por daños y perjuicios contra aquellas playas contaminadas, así como a pescadores y otros trabajadores del mar que se hayan visto afectados por el vertido de petróleo.
Además, el dirigente regional ha lamentado que, «hasta el momento, no se ha hecho nada prácticamente», por lo que ha denunciado que «el mar sigue contaminado».
De igual modo, el presidente de Perú, Pedro Castillo, también se unió este martes a los reproches e insistió en que Repsol «tiene que pagar por los daños a la población y recuperar el daño a la naturaleza».
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