Propugno reconocer la Economía Mixta como un nuevo sistema económico, distinto y superior al capitalismo. A éste lo hemos tildado de sumiso, por maleable. Va desde formas mercantilistas y rentistas –evidentemente lacras históricas- hasta la descontrolada economía de especulación financiera desbordada, criticada por Keynes en la “Teoría General”, causante de la última crisis, pasando por el capitalismo comunista chino (¡tamaño exabrupto, del gusto de muchos!). Insisto en la conceptualización del sistema propuesto. Y a eso avanzamos. Propugno reconocer la Economía Mixta como un nuevo sistema económico, distinto y superior al capitalismo. A éste lo hemos tildado de sumiso, por maleable. Va desde formas mercantilistas y rentistas –evidentemente lacras históricas- hasta la descontrolada economía de especulación financiera desbordada, criticada por Keynes en la “Teoría General”, causante de la última crisis, pasando por el capitalismo comunista chino (¡tamaño exabrupto, del gusto de muchos!). Insisto en la conceptualización del sistema propuesto. Y a eso avanzamos.
Nuestro libro incluye un capítulo sobre “Viabilización de la Transición Democrática”, en el cual, con integralidad –soy economista, pero no economicista- se diseña un programa que permita pasar de una situación de rezago o de daño a la economía y la sociedad, como en Venezuela, a otra, en la cual puedan desplegarse plenamente las condiciones y procesos económicos, institucionales, sociales, culturales y políticos que conformen la combinación de factores para un progreso sostenido, en las condiciones del mundo global de hoy.
El primer paso sugerido en el capítulo es en la esfera de la organización social y política: la suscripción de un nuevo Pacto Social y de Gobernabilidad, bajo la tutela de la sociedad civil e instituciones. Otro, el tercero, refiere una fuerte y proactiva campaña mediática, educativa, cultural y de valores a favor de varios atributos positivos de la vida nacional, entre los cuales, la creación (y no sólo la repartición) de riqueza. El cuarto, de intención claramente económica, pero en el plano institucional, se dirige a la seguridad jurídica a los derechos de propiedad del capital y el trabajo y la potenciación de las oportunidades de negocios, por la vía de la inversión pública y privada de riesgo. El quinto, también institucional, preocupado por el manejo profesional del equilibrio a largo plazo, de las cuentas macroeconómicas, tanto en el área de la autoridad monetaria como de la política económica gubernamental, bajo requisitos plenamente profesionales. El noveno, dirigido a la formación y reproducción del capital social, pieza clave de nuestro modelo a largo plazo. El décimo, al logro de plenas capacidades de manejo estatal y gubernamental, expresado en términos de la instauración de un sistema avanzado de planificación y gestión. Y el último, a desplegar diversas acciones globales, sectoriales, espaciales e institucionales. Junto con ellas, otras acciones de orden social, político, etc.
Cuando, con cierto enfado, reclamo el simplismo o el oportunismo de muchos, al abortar toda discusión de detalle, por la vía de la simple remisión al capitalismo, lo que hago es reclamar el debate necesario acerca de los muchos y variados componentes de la necesaria recomposición y consolidación económica. En primer lugar, opto por el análisis comparado: capitalismo es China, capitalismo es la larga historia rentista y mercantilista venezolana, capitalismo es la crematística economía especulativa de Wall Street y relacionados. En segundo lugar, procuro reconocer las áreas y niveles de la elaboración económica y de otras áreas: por ejemplo, respecto a la competitividad y el comercio, tanto en lo nacional, como dentro de bloques. En tercer lugar, procuro identificar los retos mayores de la situación que enfrentamos y el modelo que me permite intervenirla satisfactoriamente: los retos del mundo global a la gobernabilidad, para citar un reto mayúsculo.
Y nada de eso lo hago desde la neutralidad. Soy activista. Así como muchos –incluidos amigos de mi mayor afecto- son liberales o estatistas. Creo en la acción optimizadora de la combinación de mercado, propiedad privada, Estado nacional, bloques, proxis a un gobierno global, ciudadanos, etc., en la búsqueda de fines económicos reales, bienestar social derivado de la producción, estabilidad y justicia. Unos cuantos artículos transitaremos el esfuerzo de elaboración que nos propusimos. Ojalá que en un debate abierto, sin simplismos y subterfugios.
*Santiago José Guevara García
(Valencia, Venezuela)
@SJGuevaraG1, en Twitter