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AMÉRICA EN FOCO...

En busca de un acuerdo perdido

No se trata de un remake de las aventuras del inefable Indiana Jones, sino de un nuevo intento de convalidar el tan mentado acuerdo, pruebas al canto, a fines del mes próximo, más precisamente el 26 y el 27 de enero.

No se trata de un remake de las aventuras del inefable Indiana Jones, sino de un nuevo intento de convalidar el tan mentado acuerdo, pruebas al canto, a fines del mes próximo, más precisamente el 26 y el 27 de enero , se celebrará en Santiago de Chile la cumbre bienal entre jefes de Estado y de Gobierno de América latina, el Caribe y la UE y será una nueva oportunidad para que la negociación entre el Viejo Continente y el Mercosur sea otra vez noticia, los máximos representantes, aunque nadie lo crea, volverán a recrear un volver a vivir, redactando un nuevo capítulo en las pláticas que iniciaron hace 14 años, intereses mezquinos, burocracia, intrigas de palacio dan un marco de incertidumbre al nuevo encuentro.

Al margen de los diplomáticos que tratan infructuosamente de alcanzar decorosamente un acuerdo, del otro lado de la vereda, hay empresarios que presionan para que se arribe a un acuerdo o para que fracase.

Es el caso de la negociación del acuerdo de asociación (de libre comercio, cooperación y político) entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que comenzó en 1999, se interrumpió en 2004, se resucitó en 2010 por impulso de Argentina y España, ha vuelto a adormilarse, algunos achacan a la burocracia de UE quien acepta dialogar, sin embargo mete palos en la rueda a la hora abrir sus mercados de materias primas agrícolas y de alimentos elaborados.

Por estos lares, Brasil y Uruguay levantan un discurso muy favorable a revivir el diálogo, sin embargo Argentina y Venezuela ponen reparos, según fuentes oficiales brasileñas. Paraguay, mientras tanto, se encuentra suspendido del bloque después de que la polémica destitución de Fernando Lugo de la presidencia pusiera en tela de juicio la vigencia de la democracia en ese país, según la apreciación de los otros socios del Mercosur, al momento sobrevuelan rumores que muestran a la Administracion Dilma Rousseff encaminada a negociar por fuera del Mercosur, un acuerdo directo con la UE.

La única verdad es la realidad, días antes de la cumbre de Chile, Brasilia será testigo de una junta entre Brasil y la UE el 24 de enero, en la que participarán Rousseff y sus pares de la Comisión Europea (jefe de Gobierno), José Manuel Durao Barroso, y del Consejo de Europa (jefe de Estado), Herman van Rompuy, y el comisario (ministro) europeo de Comercio, Karel de Gucht.

Altos referentes europeos reconocen que tanto a la UE como a Estados Unidos o China serían proclives a entablar un diálogo directo con el referente sudamericano, sin mediación del Mercosur, porque consideran que así sería más fácil avanzar hacia un pacto, pero reconocen que esa opción se torna difícil mientras el Partido de los Trabajadores (PT) siga en el Ejecutivo.

Sin embargo y a pesar de que Brasil, potencia emergente y cada vez más insertada en el concierto global, maneja de manera prolija su inserción en el mundo a través del bloque, algunos funcionarios no ocultan su preocupación admitiendo que pretenden avanzar en las negociaciones con la UE a los efectos de terminar con  trece años de frustrantes idas y vueltas. Empresarios brasileños, sobre todo en el sector de alimentos, llevan el estandarte encabezando a los que pretenden penetrar más en el mercado europeo, de modo de compensar con exportaciones el desequilibrio comercial.

Fuentes oficiales de la UE reconocen que las barreras generalizadas de la Argentina a la importación no colaboran con el acuerdo, pero aseguran que también Brasil las ha aumentado,sosteniendo que muchas veces culpa a sus socios de la falta de avances en el diálogo birregional cuando en realidad también juega fichas en contra de la apertura. Así como los 27 socios europeos ofrecen resistencia a la liberalización agrícola, Brasil y la Argentina ponen reparos al libre comercio industrial.

Venezuela, que se incorporó a la unión aduanera en julio pasado, supone otro factor de complicación para el diálogo con la UE, dado que el país caribeño aboga por el socialismo del siglo XXI, alejado del libre comercio, y porque, al igual que los otros miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), critica los acuerdos entre naciones del Norte y del Sur por considerarlos desequilibrados y desfavorables para el eje regional.-

Algunos gobiernos europeos han alertado abiertamente sobre los posibles obstáculos que Caracas pueda interponer en un convenio. Sin embargo, funcionarios de Bruselas aseguran que en la actualidad Venezuela aún se encuentra discutiendo con sus socios del Mercosur el cronograma de adecuación de su economía a la zona de libre comercio y a la unión aduanera regional, con lo que todavía no está claro si participará o no del diálogo entre el bloque y la UE.

Las mismas fuentes comentan que en el gobierno de Rousseff la incorporación de Venezuela y la suspensión de Paraguay recibieron apoyos de Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) y críticas del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, siempre más deseoso de abrir mercados. La Federación de las Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp) comparte las inquietudes de la cartera de Desarrollo. Pero el canciller brasileño, Antonio Patriota, también ha dicho que el statu quo en la negociación con la UE representaría un retroceso, porque en 2014 Europa eliminará las ventajas arancelarias que otorga en forma unilateral a su país, la Argentina, Uruguay y Venezuela a ciertos productos.

  En la última cumbre del Mercosur, en Brasilia, rescatamos jugosas situaciones que condimentan este culebrón., La presidenta Cristina Kirchner dejó clara la posición argentina frente a la UE: Estamos cansados de que nos tilde de proteccionistas, cuando Europa tiene décadas de proteccionismo. Estamos dispuestos a ser socios, pero no depositarios de mercadería de sobra. Cuando hablemos con Europa, como decían Dilma Rousseff  y José Mujica, tenemos que preguntar bien qué quieren y qué ofrecen. Yo quiero saber el grado de protección que hoy tiene cada uno de los productos de Europa y qué están dispuestos a ofrecer».

La misma semana de la reunión del bloque fue aquella en la que la Argentina presentó quejas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por trabas de Estados Unidos al limón y las carnes y contra la UE por barreras al biodiesel, sobre todo de España, que adoptó restricciones como represalias por la nacionalización de YPF, arrepintiéndose, luego, por el perjuicio que esas medidas trajeron para sus consumidores de ese combustible, los agricultores.

Ante esa protesta, la UE, Estados Unidos y Japón respondieron solicitando a la OMC un panel de arbitraje sobre las barreras generalizadas de la Argentina a la importación, seis meses después de que se presentara la primera queja y habida cuenta de que se había agotado el plazo procesal para llegar a un acuerdo amistoso.

El presidente uruguayo Mujica considera que precisamente la crisis europea representa una oportunidad para el acuerdo, y no sólo por la intención de la UE de exportar más sino por las restricciones presupuestarias que pueden derivar en un recorte de los famosos subsidios agrícolas, que tanto distorsionan el comercio y protegen a los productores europeos.por la situación en Europa, probablemente quede la paradoja de que exista pronto una condición para intercambiar y negociar, sin aquellas viejas trabas de proteccionismo agrícola,, al momento  probablemente haya clima más propicio.-

A pesar de la cohetería política, ‘pour le galerie’, a la hora de redactar el documento final del Mercosur, los presidentes, después de dedicar tres párrafos a destacar la relación con China, expresaron su «apoyo» a la negociación con la UE para arribar a un acuerdo integral y equilibrado, como verán la política es el arte de lo imposible, negocios son negocios, vaya uno a saber si el final gratifica o si será necesaria la extrema audacia y arrojo de nuestro héroe a efectos de conformar por igual a las partes en pugna.

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