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AMÉRICA EN FOCO

Cumbre en Montevideo

Rambla, Parque Rodó, lugar paquete si los hay en Montevideo, al frente Edificio Mercosur cumbre del Bloque ,prioridad cero, blindarse ante la crisis internacional, con el objetivo de suavizar los efectos que golpearían sobre el sector industrial. Rambla, Parque Rodó, lugar paquete si los hay en Montevideo, al frente Edificio Mercosur cumbre del Bloque ,prioridad cero, blindarse ante la crisis internacional, con el objetivo de suavizar los efectos que golpearían sobre el sector industrial.

Delegados de Argentina y Brasil pretrenden elevar los aranceles a las importaciones de terceros países -Arancel Externo Común-, de manera transitoria, propuesta resistida por Uruguay, quien se ha convertido en el principal obstáculo para coordinar medidas protaccionistas. La medida consiste en imponer mayores restricciones para productos de países que no sean de la región. El mecanismo se focalizaría en el sector manufacturero, el primer afectado por la crisis.

El eje de la discusión transita por un tema excluyente proteger las economías regionales ante de lo que suponen una invasión de bienes originados en la eurozona, la medida erige barreras considerables con aranceles de hasta un 35 por ciento—máxima protección consolidada ante la OMC, direccionadas a una vasta diversidad de productos comprendidos de algo más de 200 posiciones arancelarias.

No cabe ninguna duda que tanto Brasil como Argentina sufren una estimable desaceleración en sus economías- las estimaciones de crecimiento del PBI brasileño ronda el 3 por ciento, mientras que para Argentina se prevé un 4,5 por ciento, sensiblemente inferior al casi 9 por ciento de este año, motivo por el cual ambas potencias sudamericanas toman el estandarte y salen al ruedo.

Afirman que a efectos de consolidar un bloque orientado a la producción industrial se debe retroalimentar las cadenas productivas regionales, buscando la excelencia en la competitividad con mayor innovación y tecnología, sustituyendo, ante tal cuadro, importaciones extrazona , ponderando una oferta exportadora regional altamente competitiva”.

Como era de preveer el tema abre fuertes grietas con Uruguay, el principal obstáculo para comenzar ya a coordinar estas políticas, sabido es que el gobierno de “Pepe” Mujica suele ir a contramarcha de las propuestas proteccionistas y trata de impulsar tratados de libre comercio en la región, esta postura se ha convertido en el único método de presión que tiene Uruguay hacia el resto de los países del bloque.

Es de apreciar que la clase política uruguaya ve al Mercosur como una alianza que genera más costos que beneficios, sin lugar a dudas que su reducido mercado interno y la escasa industrialización de su economía soportan a que a sus funcionarios no den carta blanca a los giros proteccionistas como los que impulsan Argentina y Brasil.

Como muestra vale un botón, vale significar que la estructura productiva uruguaya se vincula estrechamente con la agricultura, lo que deja como resultado que los efectos de la crisis global en su indeterminante sector manufacturero tendría un impacto casi nulo sobre el nivel de empleo.

Otro ejemplo valido resulta que la Republica Oriental del Uruguay, admite adquirir automóviles de Asia en detrimento del bloque, debido a que el precio por unidad es mucho menor, algo impensado, la razón que sobrevuela Montevideo de este desacople con respecto a la coordinación en el sector automotriz que motorizan Argentina y Brasil , responde a sus políticas sobre divisas, apostando a pleno a los altas cotizaciones de los commodities.

Cristina Kirchner tomó la presidencia pro témpore del bloque, el cierre de la cumbre determinante: una fuerte reivindicación del proteccionismo comercial, la defensa de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y la presión a Paraguay para que apruebe en lo inmediato el ingreso formal de Venezuela.

Pruebas al canto, vale admitir que la cumbre destiló gestos políticos, firmándose un tratado de libre comercio con el Estado Palestino, en lo que constituye el primer acuerdo comercial entre los palestinos y países de América del Sur. Los gestos de política exterior contemplaron también críticas a los Estados Unidos y a los organismos internacionales en los discursos presidenciales. También hubo quejas a Gran Bretaña por eludir el diálogo con la Argentina por la soberanía de las islas Malvinas.

El anfitrión, el presidente uruguayo José Mujica, guardó gusto amargo con su iniciativa para aprobar cambios en el régimen del Mercosur de forma tal que Venezuela pueda ser aceptado como miembro pleno, sin el aval legislativo del Congreso paraguayo. Todo quedó resumido en la formación de una comisión que buscará caminos para que eso pueda concretarse en lo inmediato.

Mujica insistió en la cumbre para que la declaración final incluyera respaldo a Argentina en su reclamo de soberanía de las islas Malvinas y un compromiso de que no se permitirán a barcos que lleven la bandera de ese territorio, a atracar en puertos de países del Mercosur.

Las replicas no tardaron en llegar, así Jerzy Buzek, presidente del Parlamento Europeo, plateó que las medidas proteccionistas del Mercosur serán siempre un obstáculo, por lo es imperativo negociar un acuerdo entre los bloques, las tratativas entre el Mercosur y la UE llevan varios años , el tiempo pasa, de concretarse, ni palabra. Como corolario salió al ruedo el Foreing Office, mostrándose -por demás preocupado- por la decisión anunciada al cierre de la cumbre en Montevideo, los británicos, juegan como premisa, la firme determinación en proteger el derecho de los isleños de decidir su propio futuro político, por lo visto, jugadas que han sacudido el tablero político, pues bien, nos queda esperar la llegada de Santa Claus, tan lleno de sorpresas, como siempre.

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