A días de las elecciones en el Uruguay, la incertidumbre ronda por ‘la Suiza de América’. A días de las elecciones en el Uruguay, la incertidumbre ronda por ‘la Suiza de América’. El Frente Amplio (FA), quien respiraba aire triunfal con todo a favor para repetir la historia y continuar comandando los destinos de la República Oriental del Uruguay durante los próximos cinco años: soportado por una base electoral sólida, crecimiento sostenido de la economía, donde la desaceleración económica es latiguillo desconocido, reducción de la pobreza y reconocimiento en los mercados internacionales, sostenía el triunfalismo, sin embargo, todo el capital político, económico y social acumulado, es más -reconocido públicamente por sus adversarios-, no le permiten al FA contar con los números necesarios a efectos de garantizarles la victoria, tanto para el domingo próximo o en el ballottage del 30 de noviembre. La pregunta -tanta agua pasó por debajo del puente- desde que Tabaré Vázquez finalizó su mandato allá por el 2010, entre vítores, elogios y congratulaciones varias, que no allana el camino a una nueva administración.
Evidentemente existen las causas, a pesar de todos los logros que se le reconocen al FA, vale reconocer que la política uruguaya es muy competitiva, es un país donde prima las insatisfacción, hay expectativas elevadísimas inclusive si el partido gobernante ha cumplido con sus deberes, revolotea un dato que refleja y confirma estas afirmaciones, en los últimos 60 años ninguna administración gobernante creció en votos a efectos de afrontar las siguientes elecciones. Nuevas demandas de la ciudadanía apuntan a la seguridad y la educación. Unos 20.000 robos por año y un homicidio por día, superan la tolerancia de una sociedad acostumbrada a vivir a puertas abiertas, sin miedos.
Además de votar para presidente, vicepresidente y la conformación del Parlamento para el período 2015-2020, los uruguayos participarán de un plebiscito que decidirá si reforman la Constitución para bajar la edad de imputabilidad penal de 18 a 16 años. Será ése el punto final de un largo debate sobre el tema de la inseguridad, la principal preocupación de los uruguayos.
Las encuestas sobre la consulta muestran un escenario incierto. El último sondeo de Equipos Mori asegura que el 54% está a favor de la reforma para bajar la imputabilidad. Pero un sondeo de Interconsult, difundido el martes, indica que solo el 41% de los encuestados planea respaldarla.
A pesar de que en marzo último un ranking de la organización World Justice Project lo ubicó como el país más seguro de América Latina, Uruguay –al igual que la mayoría de las naciones del continente– ha experimentado un notorio deterioro en la seguridad pública. Hoy, y desde hace un lustro, es la principal preocupación de sus ciudadanos, tema que en su momento desplazó a la desocupación, por décadas considerada como el mayor problema del país.
La última encuesta sobre los temas que más preocupan a los uruguayos da como resultado: un 31% la seguridad; un 16%, la educación; un 13 % economía, salarios e inflación; un 11% sobre drogas; corrupción pobreza y asentamientos tienen cada uno 5%.
En educación: las pruebas internacionales PISA de 2012 situó a Uruguay en el puesto 56 de los 65 países observados, un retroceso importante en un país al que consideramos de probada riqueza cultural, sin olvidar que la misma República Oriental, alcanzó su peor desempeño en ese ranking educativo desde 2003.
En cuanto a la segunda de las grandes inquietudes de esta campaña, la educación el nivel no es el de otros tiempos, cuando brillaba en los tres niveles, primario, secundario y universitario.
Fue un tobogán que ningún especialista precisa cuando comenzó, sin embargo el FA en el poder desde el 2005, no dio respuesta alguna, admitido, inclusive por Tabaré Vázquez en una reciente entrevista afirmó “realmente tenemos problemas en la educación secundaria, y estamos trabajando/”, sin duda alguna el mayor déficit del sistema educativo es el secundario.
Otro episodio que dio mucho que hablar y que jugó en contra de la actual administración, llevándose por delante al ministro de Economía, Fernando Lorenzo, quién renunció en forma sorpresiva a su cargo al verse involucrado en la causa judicial iniciada por la escandalosa quiebra de la aerolínea de bandera nacional Pluna. Como la jueza que interviene decidió indagarlo, el funcionario prefirió dejar toda inmunidad gubernamental y someterse al proceso.
Analistas sostienen la percepción en la ciudadanía de girar hacia la búsqueda de nuevas caras en la política, la última década fue del FA, los primeros cinco años fueron de Tabaré, los siguientes de Pepe Mujica, al momento Tabaré se anota en la grilla, y como frutilla del postre Danilo Astori primero como ministro de Economía y, luego, como vicepresidente.
Nuevas demandas de la gente, un cierto desgaste del gobierno de Mujica, el discurso defensivo de Tabaré que no ha sido recibido con beneplácito, y, en la aparición de un joven adversario, se trata de Luis Lacalle Pou, de 41 años, el candidato del Partido Nacional quien sorprendió a propios y extraños al alzarse con las internas de su agrupación a mitad de año.
El éxito arrollador obtenido por Luis Lacalle Pou, la gran sorpresa en las elecciones del Partido Nacional, el hoy candidato de los blancos expuso un estilo espontáneo y renuente al enfrentamiento que, a juzgar por los resultados, fue bien recibido por los ciudadanos.
Su lema “por la positiva” terminó por imponerse, a pesar de los augurios en contrario.
Según últimos datos el ex presidente Tabaré Vázquez, y candidato del FA, obtendría el 42% de los votos, mientras que Luis Lacalle Pou llegaría al 32%, luego con el 14% se ubica el candidato por el Partido Colorado Pedro Bordaberry.
La respuesta a la caída en los sondeos del FA, lo encontramos en Canelones, uno de los principales bastiones de la coalición gobernante, donde cayó 12 puntos en intención de votos, vale reconocer su retroceso leve en Montevideo, donde se testea un alto porcentaje de indecisos, importante es resaltar que tanto Montevideo como Canelones son feudos electorales del FA, recordemos que en las elecciones nacionales del 2009, los dos departamentos sumaron el 61% del total de votos que obtuvo la coalición gobernante superando los 1.105.000 sufragios.
Últimos datos dan en la ciudad canaria el 41% de los votos a la suma de Colorados y Blancos, el 40% al FA y el resto se reparte entre el Partido Independiente, Asamblea Popular, y el Partido Ecologista Radical Intransigente.
Todo indica que la segunda vuelta es un hecho, entre Tabaré y Lacalle Pou , escenario que muestra mayor incertidumbre, algunas encuestas dan 47% al opositor Lacalle y un 46% a Tabaré, otras aseguran un 45% a Tabaré y un 41% al candidato del Partido Nacional, además en la primera vuelta de la elección presidencial, los uruguayos elegirán a los 129 miembros de la Asamblea General (130 si se suma al vicepresidente), 30 del Senado y 99 de la Cámara de Representantes.
Pues bien, la mesa está servida, quién pagará la cuenta.
