Agentes en la política actual

Soy opuesto a las explicaciones unidimensionales. Las situaciones que enfrentamos son el compendio de múltiples circunstancias y factores y conjugan procesos de naturaleza y ciclos muy distintos. Acostumbramos decir que cada situación es específica, temporal y espacialmente, y procuramos considerar todos los causales posibles, más allá del “todo lo demás” frecuente en los modelos econométricos. Soy opuesto a las explicaciones unidimensionales. Las situaciones que enfrentamos son el compendio de múltiples circunstancias y factores y conjugan procesos de naturaleza y ciclos muy distintos. Acostumbramos decir que cada situación es específica, temporal y espacialmente, y procuramos considerar todos los causales posibles, más allá del “todo lo demás” frecuente en los modelos econométricos.

Resulta sugerente el artículo de Moisés Naim, en El País, titulado “Ni Facebook ni Twitter: son fusiles”. Ancla atractiva, sin duda. Pero, comentamos, su día de publicación, precisamente en Twitter, que de ser mío, lo habría titulado “Facebook, Twitter… ¡y fusiles!”, para no partir de la negación de la influencia de las redes sociales telemáticas en la política actual. Y también opinamos, un poco más tarde, sobre lo incompleto de su referencia a los agentes sociales e institucionales en los procesos políticos actuales. A completarlos dedicamos esta entrega.

En la conferencia para el IFEDEC/Centro de Políticas Públicas, referida en el artículo anterior, sugeríamos comenzar el diagnóstico de toda situación política por la revisión de los agentes sociales e institucionales presentes. Entender la política actual sólo como un juego de electores y partidos es una simplificación o un truco que sólo puede conducir a engaños, ineficacia, e, incluso, fraudes. Lo menos necesario en la política actual es la ingenuidad.

Un rápido paseo por los recientes casos de luchas libertarias o antidictatoriales en el Magreb y otras zonas del planeta, con sus especificidades –no son lo mismo, los vecinos Egipto y Libia- nos muestran algunas constantes: sectores golpeados por las políticas públicas; redes sociales telemáticas; juventud; practicantes del totalitarismo; grupos violentos; tendencias teocráticas diversas; una sociedad civil politizada, con diversos niveles de estructuración; partidos; facciones politizadas de las fuerzas armadas, TV y otros medios;… y un fiel de la balanza: las fuerzas armadas institucionales. Agréguese a ello, aunque a algunos resulte chocante, un conjunto, a veces difuso, de intereses económicos y geopolíticos regionales y globales. Y como contexto, un marco social e institucional, específico a cada caso.

No es una clasificación convencional. El estudio de sus componentes y las relaciones entre ellos desde una perspectiva democrática es tan promisorio como el correspondiente a los agentes económicos modernos en estos tiempos de supranacionalidad y globalización.

Por ejemplo, la relación entre víctimas de los malos gobiernos y juventud, con la ayuda de las redes, es hoy un disparador político clave. La posibilidad de apoyarse en instituciones ligadas al saber les otorga la profundidad que habría ayudado mucho a los procesos libertarios observados y convertirlos en pasos más rápidos y seguros hacia una transición a la democracia.

O, en un área controversial, negar la influencia de factores externos en la política interna, es un acto de ignorancia o hipocresía. Ver a Chávez rasgarse las vestiduras por una posible acción externa en Libia, pero tener minado al país de agentes de la dictadura cubana, muestra lo dual del tema.

Son, de toda evidencia, muchas más las situaciones y relaciones a analizar. Se me ocurre, como sugerí fastidiosamente en la conferencia, que los sectores honestamente democráticos constituyan y mantengan permanentemente líneas de reflexión, estudio y trabajo sobre los procesos asociados a la plena consolidación de la democracia.

No es un reto fácil, aunque lo parezca. He opinado, también cansonamente, que los totalitarismos –sean el comunismo chino, los fundamentalismos islámicos o la locura del Socialismo del Siglo XXI- son expresión del permanente acecho del oscurantismo sobre lo que llamo los ideales de la Ilustración.

Estudio y más estudio, decíamos la vez pasada. Los a veces insospechados agentes de la política actual son el primer tema. Pero, faltan muchos. Seguiremos.

Santiago José Guevara García, (Valencia, Venezuela), sjguevaragarcia@gmail.com / @SJGuevaraG1, en Twitter

Acceda a la versión completa del contenido

Agentes en la política actual

Santiago José Guevara García (Valencia, Venezuela)

Entradas recientes

Lula acusa a EEUU de usar aranceles y sanciones para favorecer la impunidad de Bolsonaro tras su condena

Brasil vive un momento clave tras la condena de Bolsonaro. La sentencia del Supremo ha…

8 horas hace

Uruguay marca su hoja de ruta para la COP30 con foco en descarbonización y agricultura sostenible

El ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, señaló que el país avanza hacia una segunda transición…

2 días hace

La batalla arancelaria: México desafía a Pekín con un plan de gravámenes al 50%

El Gobierno mexicano ha colocado a su política comercial en el centro del debate global.…

3 días hace

Bienal de São Paulo 2025 refuerza vínculos latinoamericanos

El Pabellón Ciccillo Matarazzo en el Parque Ibirapuera acoge desde el 6 de septiembre la…

3 días hace

Brasil obliga a marcar cada vaca en Pará: la gran apuesta para frenar la deforestación amazónica antes de 2030

La obligación legal de marcar todo el ganado antes de 2026 pone a Pará en…

3 días hace

Ingeniera mexicana Gabriela Salas logra que el náhuatl llegue a Google Translate en EEUU

El proyecto, resultado de años de recopilación de vocabulario y trabajo interdisciplinar, combina tecnología, identidad…

3 días hace