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AMÉRICA EN FOCO...

A la hora señalada

Llegó el momento. Bolivia y Chile comparecen ante la Corte Internacional de La Haya donde presentan alegatos a favor para que la sentencie si tiene o no competencia sobre el tema en litigio: una salida soberana al mar para el país altiplánico. Llegó el momento. Bolivia y Chile comparecen ante la Corte Internacional de La Haya donde presentan alegatos a favor para que la sentencie si tiene o no competencia sobre el tema en litigio: una salida soberana al mar para el país altiplánico.

Entre 2006 y 2010, las cancillerías de ambos países anunciaron una agenda de 13 puntos, que incluía la demanda marítima boliviana. Durante este lapso las relaciones entre ambos países salieron del foso en que se encontraban, transitando una luna de miel acotada. Estaban formalmente quebradas desde 1978, cuando en que el dialogo de Charaña no prosperó.

El 23 de marzo del 2011, Evo Morales anunció la presentación de la demanda internacional, insistiendo en que esto no significaba renunciar a la negociación bilateral con Chile, sin embargo, nunca se llegó a tratar el tema, debido a que el asunto marítimo quedó relegado a una sexta posición cuando por su extrema importancia debió ocupar el primer puesto en la grilla de conversaciones.

Vale recordar que la demanda es el resultado de una serie de acciones que Bolivia ha tomado en el transcurrir de su historia a efectos de recuperar la cualidad marítima perdida en la Guerra del Pacifico, en la que junto a Perú fueron derrotados por Chile.

Una de las banderas que tomó Bolivia ante tal determinación se sustenta a que, entre el 2008 y el 2014, la Corte Internacional de la Haya falló a favor de Perú su demanda en contra de Chile, por la que reclamaba parte del territorio marítimo fronterizo, devolviendo a la soberanía peruana 50.000 kilómetros cuadrados de mar. Evidentemente que ante tal antecedente el gobierno boliviano jugó sus cartas.

Al momento la situación muestra a Chile planteando una objeción previa a la vista de la demanda, pidiendo que no fuese aceptada por la Corte, argumentando de que se vería afectado un tratado de límites firmado por ambos países el 20 de octubre de 1904, del otro lado de mostrador Bolivia determina que su demanda no cuestiona este tratado y en cambio se origina en derechos expectanticos, posibilidad más o menos cercana y probable de conseguir un derecho, acción, al ocurrir un suceso que se prevé o al hacerse efectiva determinada eventualidad, desembocando desde el presunto incumplimiento por parte de Chile a efectos de abordar el diferendo y otorgar soluciones al país del altiplano.

Vale recordar parte del Tratado de Paz y Amistad de 1904, firmado a efectos de dar por finalizado el estado de tregua establecido en 1894, entre los puntos preponderantes se atiende y ante la pérdida de acceso al Océano Pacífico de Bolivia a consecuencia de los nuevos límites, se fijan una serie de disposiciones que favorecen el transito del tráfico de mercancías bolivianas a diferentes mercados, construcción de un ferrocarril que una el puerto de Arica con La Paz, a costa de gobierno chileno, reconociendo a favor de Bolivia y a perpetuidad, el más amplio el más amplio y libre derecho de transito comercial por su territorio y el acceso a los puertos en el Pacifico, con el derecho en establecer agencias aduaneras en los puertos de Antofagasta y Arica.

Cuál es el papel de Perú en esta instancia, luego de que Bolivia formalizara la demanda ante la Corte, el gobierno peruano solicitó una copia de la memoria a título informativo, es menester recordar la posición peruana al respecto sostiene que el tema en cuestión es –asunto bilateral no trilateral.-

Sin embargo, en Lima, 3 de junio 1929 tras la firma del Tratado de Límites, que consta de 13 artículos, y de un Protocolo Complementario, da por cierto que un eventual acuerdo entre Bolivia y Chile que signifique una salida al mar por Arica, deberá, indefectiblemente de contar con el visto bueno peruano, a saber que formó parte de su territorio hasta la guerra, que junto a Bolivia los enfrentó a Chile, en la Guerra del Pacifico, o Guerra del Guano y Salitre, entre 1879 y 188

Analistas coinciden que la pregunta del millón, hoy es como respondería Chile y Bolivia a una pregunta clave del magistrado japonés Hisashi Owada, quien revolvió el avispero, cuando todo daba a entender que en cuestión de meses solo quedaba esperar la resolución de la Corte.

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