Zahara, la cantautora de Ubeda, parece haberse consolidado en los circuitos comerciales alternativos como una opción de referencia a la altura de mitos de nuestro imaginario del estilo de la gran Ana Belén, artista a quien asegura admirar. Zahara, la cantautora de Ubeda, parece haberse consolidado en los circuitos comerciales alternativos como una opción de referencia a la altura de mitos de nuestro imaginario común del estilo de la gran Ana Belén, artista a quien asegura admirar.
Aún así, ella prefiere restar importancia a algunos titulares triunfalistas de publicaciones afines que equiparaban su éxito en las listas con el de su veterana predecesora y continuar su camino con la paciencia de la lluvia fina que, gotita a gotita, siempre acaba por calar.
Y no hay duda de que su último disco hasta la fecha, titulado Santa, puede haber contribuido a acelerar el ritmo del aguacero. En él, Zahara encuentra un nuevo uso para el imaginario religioso del que se sirve para hablar de los males del corazón y el alma.
Cada canción surge con la urgencia de un disparo en busca de un destino concreto, según asegura, convencida de que los destinatarios de sus mensajes van a enterarse de lo que piensa, aunque no se den por aludidos en apariencia.
De estas y otras muchas cosas se atrevió a hablar Zahara, sobre el escenario de ‘La Fidula’, el local más aventurero de Madrid, sometida al amable ‘tercer’ grado del chamán Andrés Sudón y sus secuaces como invitada estelar del arranque de la tercera temporada de ‘Radio Persona’.
Los afortunados asistentes al evento, en el que también brilló el ingenio y el refrescante desparpajo de la actriz Helena Lanza, comprobaron que esta simpática cantautora dispone de todo lo necesario para escalar con éxito los pocos metros que le separan del éxito masivo. Apuesten por ella y ganarán.
