Uruguay da el visto bueno final al TLC con Chile

Su aprobación por parte del Parlamento estuvo en cuestión hasta el último momento debido a las reticencias de un sector de la gobernante coalición de izquierdas del Frente Amplio (FA) ya que consideran que el Tratado no ofrecía las garantías suficientes.

El Parlamento uruguayo ha ratificado el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile por 85 votos a favor y tan sólo uno en contra, por lo que, tras su promulgación, el país presidido por Tabaré Vázquez habrá completado los trámites necesarios para su entrada en vigor.

Y si bien para ello, aún hace falta el visto bueno definitivo del Legislativo chileno; el acuerdo firmado en 2016 por la ahora ex presidenta chilena Michelle Bachelet y el propio Vázquez ya fue ratificado en abril por la Cámara Baja chilena. Es decir, el principal obstáculo parece haber sido superado.

Ya que pese a la abrumadora mayoría que finalmente se ha registrado en la votación de la Cámara Baja uruguaya, previamente se tuvieron que superar las reticencias de un amplio sector de la gobernante coalición de izquierdas del Frente Amplio (FA) que no estaba de acuerdo con la ratificación del Tratado al considerar que las condiciones que establece no ofrecían las garantías suficientes.

Un aspecto que estuvo en discusión hasta el último momento en el que el plenario de la coalición decidió por mayoría seguir adelante con el TLC. En este sentido, el diputado del FA, Alfredo Asti, ha explicado que se han incluído una serie de limitaciones en el Anexo del Tratado gracias a las cuales «se han podido subsanar las diferencias con los contarios al acuerdo».

Del mismo modo, en declaraciones que recoge la Agencia EFE, Asti apuntó también que la coalición tiene decidido pactar «una serie de normas» que regirán en próximas aprobaciones para que ayuden a concretar estos acuerdos en futuras negociaciones.

Con todo, el diputado oficiliasta definió como «muy positivo» el Acuerdo ya que Chile, además de asociado al Mercosur, es un país con el que Uruguay ya tiene una integración y otro TLC en materia de bienes por lo que, ahora, se ampliará «al tema servicios y con la incorporación de algunas cláusulas que podríamos decir que son de última generación con respecto a derechos laborales, equidad de género y de la promoción de las pequeñas y medianas empresas, que no eran habituales en los TLC».

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