El país sudamericano vuelve a salir a la calle dividido ante la pretensión de su presidente, Evo Morales, de volver a presentarse a la Presidencia; pese a que, hace ahora un año, perdió el referéndum en el que sometió a consulta dicha posibilidad. Pese a que hace ahora un año los bolivianos descartaron en las urnas la posibilidad de modificar su Constitución para que el actual presidente Evo Morales, en el poder desde 2006, pueda volver a presentarse para un nuevo periodo en 2020, el asunto ha vuelto a saltar a las calles.
Miles de personas han salido a manifestarse a las calles de La Paz tanto en favor como en contra de dicha posibilidad que incluso ha sido responsable de algún altercado violento como cuando un grupo de cocaleros opositores al Gobierno apedrearon el escenario donde se iban a congregar los oficialistas.
«¡Bolivia dice no, no es no! ¡No más Evo; queremos algo nuevo!», fueron los gritos que más se emitieron desde este sector, según recoge el diario El Comercio. Pretenden así que se respete el resultado de la votación de hace un año y rechazan cualquier artilugio legal que pueda impulsar la Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, para habilitar una posible reelección de Morales.
Por el contrario, bajo el liderazgo del partido gobernante, Movimiento al Socialismo y de sindicatos afines, los ‘oficialistas’ convocaron a movilizaciones que bajo la consigna «21F Día de la Mentira» (en alusión a un referéndum que se habría perdido por las insidias de la oposición) pretende impugnar aquel resultado.
«No vamos a permitir que las mentiras vuelvan a afectar a nuestro presidente. Hoy es el día desagravio», dijo el ministro de Justicia Héctor Arce ante miles de personas que apoyan una nueva postulación de Morales.
Todo ello acompañado de las protestas de un grupo de cocaleros que rechazan una nueva ley de coca; y de marchas antigubernamentales de la Central Obrera Boliviana, que agrupa a una gran cantidad de trabajadores por otras demandas.
Como resultado, las calles del centro de La Paz estaban colapsadas. Un panorama que podría perpetuarse de salir adelante los planes de Morales de poder volver a postularse.
