Un nuevo sondeo otorga una clara victoria al candidato oficialista, Lenín Moreno, en contraste con las cifras que maneja la oposición que sigue difundiendo sus sospechas en torno a la limpieza del proceso. Todo apunta a que la polémica marcará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, sea cuál sea el resultado. Desde el cierre de los colegios electorales tras la primera vuelta del domingo 19 de febrero, y ya en medio del dilatado recuento, se han sucedido las acusaciones de fraudes por parte de diversos grupos opositores.
Unas acusaciones que llegaron incluso desde la cúpula del ejército, pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE) se ha ido encargando de rebatirlas puntualmente y la limpieza del proceso fue respaldada por los organismos internacionales encargados de supervisarlos como la Organización de Estados Americanos (OEA).
Sin embargo, la disparidad entre los diferentes sondeos que están siendo publicados apunta a un fuerte sesgo en la interpretación de los datos en función de las simpatías y a que cada grupo acabará creyendo su propia versión. Especialmente ante una victoria del oficialismo, una hipótesis sobre la cual la oposición se ha ido encargando de sembrar sombras de sospecha.
De esta forma, además de las acusaciones de fraude, la publicación de un último sondeo de la empresa Perfiles de Opinión que da como claro vencedor de la segunda vuelta a Lenín Moreno contrasta con uno anterior, de finales de febrero realizado por Cedatos, que daba al opositor Guillermo Lasso la victoria con un 52,1% de los votos.
Frente a él, la nueva encuesta otorga una clara victoria al candidato oficialista al darle un 51,02% de los votos, frente a tan solo un exiguo 35,53% para Lasso ya que, según el sondeo, hasta un 13,45% de los votos serían en blanco o nulos, en un país en el que conviene recordar que el voto es obligatorio.
De creer estos datos, todo apuntaría a que Lasso no está consiguiendo convencer a las bases de los partidos de otros candidatos en primera vuelta, pese a sí haber llegado a acuerdos con sus líderes a los que ha prometido integrar sus propuestas si resulta ganador.
Por el contrario, Moreno sí estaría consiguiendo cohesionar a su base potencial y llegar incluso a nuevos grupos de simpatizantes que le asociarían con el concepto de cambio antes de lo que lo harían con el propio candidato opositor. Según la directora de Perfiles de Opinión, Paulina Recalde, ésto se debería a que Moreno habría fortalecido su imagen al quedar muy cerca de ganar en primera vuelta, a unas décimas del 40% requerido de los votos.
