La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se desplazará a Cuba el 31 de agosto en un viaje organizado por los socialistas para analizar los cambios que se han producido en el país tras las excarcelaciones de presos de conciencia. Fuentes de la dirección nacional han señalado a Americaeconomica.com que es probable que la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, también acompañe a Elena Valenciano aunque esto todavía no está decidido. El acontecimiento coincide con la reaparición de Fidel Castro en el Parlamento, cuya intervención no incluyó palabras sobre la situación interna de la Isla. La secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, se desplazará a Cuba el 31 de agosto en un viaje organizado por los socialistas para analizar los cambios que se han producido en el país tras las excarcelaciones de presos de conciencia. Fuentes de la dirección nacional han señalado a Americaeconomica.com que es probable que la secretaria de Organización del partido, Leire Pajín, también acompañe a Elena Valenciano aunque esto todavía no está decidido. El acontecimiento coincide con la reaparición de Fidel Castro en el Parlamento, cuya intervención no incluyó palabras sobre la situación interna de la Isla.
De momento, la fecha prevista para el viaje de Valenciano es el próximo 31 de agosto y aún no está claro con quién se reunirá al pisar tierras cubanas. Desde el PSOE afirman que una reunión entre su secretaria de Política Internacional y de Cooperación y Fidel o Raúl Castro “no entra dentro de lo habitual” y que lo más probable es que Elena Valenciano se cite con el ministro de Exteriores cubano.
Este viaje rompe con la sequía de 20 años en la que los socialistas, como partido, no organizaban un viaje a Cuba. Este acontecimiento coincide con la reaparición de Fidel Castro en la escena pública. El pasado sábado, Castro intervino en la reunión extraordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular rompiendo así cuatro años de ausencias después de que le sobreviniese una enfermedad en 2006.
Dentro de la participación de Castro no se pudo escuchar ni una sola palabra sobre la situación interna de Cuba, ni de las reformas que anunció su hermano Raúl Castro en la última sesión ordinaria del Parlamento. Tampoco hizo comentario alguno sobre el actual proceso de excarcelación de los 52 presos políticos. La reunión en concreto fue para reflexionar sobre la posibilidad de que se produzca una guerra nuclear en Oriente Próximo y que en caso de que así sea el presidente de los EEUU, Barack Obama, se convertiría el único responsable.
