Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

El Gobierno colombiano de Juan Manuel Santos está empeñado en mejorar las deterioradas relaciones con sus países vecinos

Un millón de amigos

Desde su llegada al Gobierno, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, se esfuerza por sanear las turbias relaciones con los gobiernos vecinos heredadas de su predecesor, Álvaro Uribe. Bajo esta pretensión, visitó esta semana la Venezuela de Hugo Chávez, con quien Uribe mantenía constantes disensiones y ha establecido una reunión de cancilleres para mediados de este mes con Ecuador. Desde su llegada al Gobierno, Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, se esfuerza por sanear las turbias relaciones con los gobiernos vecinos heredadas de su predecesor, Álvaro Uribe. Bajo esta pretensión, visitó esta semana la Venezuela de Hugo Chávez, con quien Uribe mantenía constantes disensiones y ha establecido una reunión de cancilleres para mediados de este mes con Ecuador.

En los escasos 3 meses de gobierno de Santos, ha demostrado que las relaciones entre Colombia y Venezuela no eran tan irreconciliables. El presidente venezolano, Hugo Chávez, llegó a asegurar que con Santos, a diferencia de con Uribe, podía dormir feliz. No en vano, la reunión mantenida entre ambos mandatarios esta semana ha dado sus frutos.

La Comisión de Administración de Divisas venezolana (Cadivi) anunció, a través de un comunicado oficial, que autorizaba la liquidación de 336,25 millones de dólares (241 millones de euros) a las empresas colombianas. Esta decisión formaba parte de los acuerdos alcanzados durante la reunión mantenida entre los presidentes de Venezuela y Colombia, Hugo Chávez y Juan Manuel Santos.

Según se indicaba en el comunicado, la comisión de trabajo para la regulación de los temas pendientes en materia comercial creada por los dos países, ha autorizado desde el mes de octubre hasta la fecha la liquidación de unos 100, 65 millones de dólares (72 millones de euros) para sectores como la alimentación, salud, agroindustrial, automotriz y manufacturas entre otros.

Bogotá ha calculado en unos 800 millones de dólares (573 millones de euros) las deudas con los exportadores colombianos tras el colapso del comercio binacional, al ordenar Chávez la congelación de las importaciones en rechazo a la cooperación militar entre Colombia y EEUU.

Santos y Chávez se reunieron en Caracas para continuar con el restablecimiento de las relaciones bilaterales entre los dos países y se trataba del segundo encuentro entre los dos mandatarios desde que Santos está en el poder. Dichos encuentros están siendo muy fructíferos. Venezuela y Colombia anunciaron la firma de un convenio en materia económica que pretende sustituir a los firmados en el contexto de CAN (Comunidad Andina de Naciones).

Tras la anunciada marcha de Venezuela de la Comunidad Andina, que se producirá en abril, ambos países buscan retomar el elevado intercambio comercial, que alcanzaba los 7.000 millones de dólares (5.000 millones de euros) en 2008 y que podrían reducirse a cerca de 2.000 (1.450 millones de euros) este año. Los mandatarios de ambos países parecen querer zanjar la mala relación cosechada durante años.

El ministro venezolano de Comercio, Richard Canán, prevé que en el mes de abril, cuando Venezuela abandone de manera efectiva la CAN por su opinión contraria a las negociaciones de tratados de libre comercio de varios países de la región con Estados Unidos, se haya alcanzado un acuerdo con Colombia. Dicho acuerdo, que según Canán se estudia a petición de Colombia, buscaría recuperar el flujo comercial que ha ido reduciéndose desde los 7.000 millones de dólares hasta los 4.800 (3.480 millones de euros) alcanzados el pasado año.

La situación con Ecuador es muy similar. Pese a que Uribe solicitó disculpas al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, por vincular a su país con la guerrilla de las FARC, lo cierto es que las relaciones entre ambos mandatarios nunca fueron buenas. La reunión que el próximo día 18 de noviembre debe reunir a los cancilleres colombiano y ecuatoriano, podría resultar vital. No en vano, desde el Gobierno ecuatoriano aseguran ver en el ejecutivo de Santos una actitud más abierta de la que mantenía Uribe.

Más información

Scroll al inicio