El equipo del presidente interino de Brasil, Michel Temer, está impulsando medidas que podrían revertir algunas de las políticas de su antecesora, la depuesta Dilma Rousseff. Entre ellas destacan recortes en el gasto público, una reforma de las pensionas y la reducción de algunos impuestos. El equipo del presidente interino de Brasil, Michel Temer, está impulsando medidas que podrían revertir algunas de las políticas de su antecesora, la depuesta Dilma Rousseff. Entre ellas destacan recortes en el gasto público, una reforma de las pensionas y la reducción de algunos impuestos.
A pesar de que Temer ha manifestado que mantendrá todos los programas sociales de la época de Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva. Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Temer, José Serra, ha pedido información sobre las embajadas de los anteriores presidentes para ver si puede recortarse en algún sentido. Todo ello ha sido recibido por tibieza en ocasiones, y con duras críticas en otras.
Celso Amorim, exministro de Asuntos Exteriores y de Defensa, ha asegurado según recoge La Tercera que “es muy grave que todo un proyecto de visión de país que cambie sin que haya habido elecciones, sin que haya votado la población”.
Mientras que el nuevo Ejecutivo defiende sus medidas, como el ministro de Planificación, Romero Juca. Juca ha asegurado que las reformas a las pensiones y a los impuestos son “clave para controlar la deuda pública”. Ha agregado que el equipo de Temer no descarta realizar privatizaciones.
