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Santander, BBVA y HSBC, los bancos europeos preferidos por los expertos

El Banco Santander y el HSBC, estos son, a tenor de la evolución que han experimentado sus cotizaciones en la dura jornada vivida hoy por el sector bancario europeo, los dos bancos más respetados por los operadores bursátiles internacionales, quizá porque sus números, al menos por ahora, despiertan pocas sospechas y su perfil tiene lo mismo de fiable que de poco emocionante. El Banco Santander y el HSBC, estos son, a tenor de la evolución que han experimentado sus cotizaciones en la dura jornada vivida hoy por el sector bancario europeo, los dos bancos más respetados por los operadores bursátiles internacionales, quizá porque sus números, al menos por ahora, despiertan pocas sospechas y su perfil tiene lo mismo de fiable que de poco emocionante.

Dos entidades volcadas en la banca minorista, que han conseguido completar una amplia y solida expansión internacional y que cuentan también con una implantación decisiva en los mercados emergentes donde han establecido una potente reserva de beneficios.Un perfil con el que también coincide el BBVA, el segundo gran banco español, que ha conseguido, en parte colarse en el grupo de los menos castigados en el día.

Los números han dibujado hoy con claridad este panorama. Cerca del cierre de la sesión, el precio de las acciones del Santander descendía sólo un 1,3%, un número positivo, dentro de la desastrosa sesión viida por las grandes entidades financieras del Viejo Continente, que sólo se veía superado en esta clasificación por el recorte del 0,97% que experimentaba HSBC.

Incluso el BBVA, que retrocedía un 1,95%, también mostraba un comportamiento sustancialmente mejor que el del resto de las entidades financieras de los índices selectivos de las bolsa europeas.Lamentablemente, la otra gran marca bancaria española, el Caixabank, no lograba entrar en el grupo, quizá por el hecho de pertenecer al segmento de las cajas de ahorro, un sector, hoy por hoy, bajo sospecha, y sus títulos se depreciaban un 3,56%.

En este contexto de ventas fuera de control, los bancos franceses e italianos se llevaban la peor parte. Los analistas parecen no creer en los números que incluían sus pruebas de resistencia. El peor parado era Intesa San Paolo (-5,56%), luego se situaba Unicredito (-5,21%).

En el caso de las entidades galas, Societe Generale tenía el dudoso honor de encabezar esta clasificación con un retroceso del 4,81%, tras ella BNP Paribas (-3,10) y Credit Agricole (-2,97%). El castigo se extendía a los bancos británico con pérdidas del 5,39% para Royal Bank of Scotland, del 4,25%, del 4,91% para Llodys y del 4,25% para Barclays.También sufrían de lo lindo ING (-5,42%) y Deustche Bank (-3,20%).

Este paisaje devastador ya había sido anunciado por muchos futurólogos financieros. A lo largo del fin de semana, la mayor parte de los expertos ya había advertido que las bolsas europeas se encaminaban sin remedio hacia un lunes complicado, protagonizado por las ventas masivas de acciones de los grandes bancos del Viejo Continente. El detonante de la explosión ha sido la publicación de las pruebas de resistencia bancaria de la UE, cuyos resultados ha vuelto a decepcionar a unos operadores financieros cada vez más excépticos ante lo que consideran falsos ejercicios de transparencia.

De hecho, en los ambientes financieros internacionales ya se esperaba poco de estos test, pero tras conocer los resultados, muchos expertos dudaron en calificar el examen de nuevo fiasco, tras conocer que, según la Autoridad Bancaria Europea, las necesidades de capital del sector serían sólo de 2.500 millones de euros en un escenario adverso, porque sólo hay ocho bancos en la UE, cinco de ellos españoles, que necesitan recapitalizarse.

Pero esta cantidad, es, aproximadamente un 10% de los cálculos efectuados en el último mes por distintos bancos de inversión o por las agencias de calificación de solvencia. Una cirscuntancia que Moody´s, la agencia de calificación cuyo principal accionista es Warren Buffet, no ha dudado en destacar esta mañana en la nota matinal que envía a sus clientes.

Hay tres entidades europeas, en especial, que despiertan un recelo monumental entre los expertos. Se trata del alemán Deustche Bank, El italiano Unicredito y el francés Societe Generale, cuyas notas en la prueba del viernes muestran una pérdida de capital notable si las compara con las que obtuvieron hace sólo un año y que, según muchas opiniones, habrían suspendido si los escenarios relacionados con el impacto de la deuda griega se hubieran ajustado a la realidad.

En concreto, Deustche Bank tendría un ratio de capital del 6,5%, 230 puntos básicos menos que hace un año; Societe Generale un 6,6%, 150 puntos básicos menos y Unicrédito un 6,7%, 110 puntos básicos menos. Este trio de bancos comparte además otra característica inquietante. su conocida e intensa actividad en el negocio de los productos derivados, sobre el que las pruebas han pasado casi de puntillas.

Para la mayoría es precisamente en ese terreno, opaco y desregulado y del que apenas hay datos fiables, donde puede fraguarse la próxima gran crisis Entre otros motivos, porque la necesidad de que los estados se impliquen en la limpieza de los balances de sus entidades problemáticas siembra toda clase de incertidumbres sobre la viabilidad del euro.

Más aún cuando algunos procesos, como el reflotamiento del RBS británico, han resultado tan complicados y costosos que sólo tienen a su favor la rápidez con que se puso en marcha la operación de salvamento. Justo lo contrario de lo que pasa en otros lugares, como, por ejemplo, Alemania, donde las cifras dejan mucho que desear, según los observadores financieros. Y donde parece haberse optado por ocultar las crisis en lugar de sacarlas a la luz y resolverlas.

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