La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra en EEUU de visita oficial. Después de haber pedido confianza a los inversores estadounidenses esta noche se reunirá con su homólogo Barack Obama, tras haberlo pospuesto dos años por las escuchas de la NSA a la mandataria. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se encuentra en EEUU de visita oficial. Después de haber pedido confianza a los inversores estadounidenses esta noche se reunirá con su homólogo Barack Obama, tras haberlo pospuesto dos años por las escuchas de la NSA a la mandataria.
Rousseff ha llegado al país con una misión clara: reanudar el diálogo político con el vecino del norte y traer más inversiones al país que se encuentra en medio de una dura crisis económica. Para ello, ha decidido dejar de lado el escándalo de escuchar de 2013 por parte de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) a su persona y a sus asesores.
Esta noche la mandataria brasileña cenará con Obama, quien la recibirá con los máximos honores. Se trata de una cena que sirve de aperitivo al encuentro que tendrán mañana por la mañana. Todo apunta que ambos lleguen a acuerdos, sobre todo, en el ámbito del comercio.
Aunque no será el único encuentro que mantendrá la líder latinoamericana. Ayer se reunió en Nueva York con 25 empresarios brasileños con negocios en EEUU y unos 470 ejecutivos y representantes de grandes empresas han optado por inscribirse para participar en el seminario sobre el plan de concesiones en infraestructura, que la presidenta Dilma Rousseff clausurará hoy.
La delegación de la mandataria está formada por diez ministros, entre ellos el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro y Joaquim Levy, el ministro de Hacienda, y unos 80 empresarios.
