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La presidenta del país carioca se reivindica en una serie de entrevistas en medios internacionales

Rousseff vincula su regreso a la preservación de la democracia brasileña

Dilma Rousseff, presidenta electa de Brasil

La presidenta del país carioca se reivindica en una serie de entrevistas en medios internacionales mientras reconoce la necesidad de reformas en su sistema político. La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff ha manifestado en una entrevista a la BBC su convencimiento de que solo unas nuevas elecciones generales salvarán la democracia en el país carioca.

De esta forma, Rousseff remitirá una carta abierta a los senadores de su país anunciándoles que su intención de realizar dicha convocatoria si se le permite regresar a su puesto con posterioridad al juicio revocatorio al que será sometida a finales de este mes. Además, la presidenta electa también ha definido como “esencial” la reforma del sistema político para que el próximo presidente no haya de lidiar con los problemas de gobernabilidad que fomenta el actual fragmentado sistema de partidos brasileño.

Una línea que está siendo la defendida por la presidenta brasileña durante estos días ya que también en otra entrevista con la revista Time ha señalado que “no sólo lucha por la preservación de su mandato; sino por una democracia que costó mucho ganar en Brasil”. Una apelación a los méritos de su propia biografía ya que Rousseff fue encarcelada y torturada en su juventud por la dictadura militar.

De esta forma, la política del Partido dos Trabalhadores (PT) establece un paralelismo entre las luchas de aquel periodo como parte de “todo un proceso que acabarían llevando a la democracia” y “la lucha actual contra un golpe parlamentario con las armas de la democracia” en alusión a su resistencia al proceso por el que pretenden destituirla definitivamente.

La presidenta brasileña niega así que el proceso contra ella esté fundamentado ya que, según su criterio, se basaría en “falsedades” y además tendría un componente “misógino”. Así, señala, que cuando se produjo la votación para impugnar su mandato provisionalmente, los miembros del Congreso motivaron sus votos en factores como “sus familias” o “Dios”; pero no en los cargos contra ella que, además, niega.

De hecho, en esta línea, Rousseff declaró que, a diferencia de muchos congresistas, “no poseo cuentas offshore, nunca me he apropiado de dinero público y no he incurrido en prácticas irregulares”. La política ‘petista’ también ha puesto como ejemplo de su conducta que no puso ningún impedimento a que se desarrollase la investigación con la que se la ha acabado relacionando para impulsar su proceso revocatorio, pese a que perjudicaba a su partido; y que también rechazó un pacto con el congresista que impulso dicho proceso.

Se trata del entonces portavoz de la Cámara Baja brasileña Eduardo Cunha, quien le habría ofrecido evitar el ‘impeachment’ a cambio de no ser investigado él por el Comité de Ética del Congreso. Desde entonces, Cunha del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), el mismo partido que quien ha sido el sustituto de Rousseff ocupando el puesto de presidente interino, Michel Temer; ha sido suspendido acusado de aceptar sobornos por valor de 40 millones de dólares.

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