Dilma Rousseff, de visita en Bélgica para participar en la Cumbre entre la Unión Europea y Brasil, se ha mostrado contraria a las recetas que el Viejo Continente ejecuta contra la crisis económica. Unos ajustes fiscales drásticos sólo sirven para «profundizar» en el estancamiento, ha asegurado. Dilma Rousseff, de visita en Bélgica para participar en la Cumbre entre la Unión Europea y Brasil, se ha mostrado contraria a las recetas que el Viejo Continente ejecuta contra la crisis económica. Unos ajustes fiscales drásticos sólo sirven para «profundizar» en el estancamiento, ha asegurado.
La mandataria brasileña, que ha mantenido una reunión con Yves Leterme, primer ministro belga, ha asegurado que un excesivo control del déficit, como el que está llevando a cabo Europa a costa de recortes de tipo social, pueden provocar el estancamiento económico, la perdida de oportunidades y un aumento del paro. Puso de ejemplo la crisis que azotó Brasil en los años 80 y 90, con «pérdidas bastante significativas» en diferentes áreas.
Esta tesis ha comenzado a debatirse en los últimos días en los diferentes países europeos. Grecia, el país más afectado por la crisis financiera dentro de Europa, ha reconocido hoy, después de haber adoptado medidas drásticas de recorte con los que se ha dado por terminado el estado del Bienestar, ha reconocido hoy que no podrá cumplir con el objetivo de déficit que le ha sido impuesto para recibir los créditos internacionales que deben rescatar su economía.
Desde el punto de vista de Roussef, es importante que los países «tengan en cuenta a la población durante este periodo de crisis, que sufran lo menos posible, sobre todo por lo que se refiere al desempleo». La mandataria, que se ha mostrado dispuesta, de mano de los países BRIC (Brasil, China, India y Rusia), a aportar su ayuda para superar la crisis, se reunirá esta noche con los altos dignatarios de la UE, con quienes podría tratar el tema.
También está previsto que Rousseff aborde con la cúpula de la UE qué papel puede tener el G20 (los países más industrializados y emergentes) en sus próximas reuniones para ayudar a encauzar la economía europea y global, así como una mayor presencia de los países emergentes en entidades internacionales como el FMI.