Al igual que ocurre en Chile, los estudiantes brasileños han entrado en plena efervescencia y exigen a Dilma Rousseff que destine el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil para invertirlo en la educación. Tras una marcha de 20.000 personas por las calles de la capital, Brasilia, los estudiantes tuvieron la oportunidad de reunirse con Rousseff y entregarle sus propuestas directamente. Un gesto que dista mucho del inmovilismo de Sebastián Piñera en Chile y que Camila Vallejo, la omnipresente líder estudiantil chilena, ha podido seguir de cerca. Al igual que ocurre en Chile, los estudiantes brasileños han entrado en plena efervescencia y exigen a Dilma Rousseff que destine el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil para invertirlo en la educación. Tras una marcha de 20.000 personas por las calles de la capital, Brasilia, los estudiantes tuvieron la oportunidad de reunirse con Rousseff y entregarle sus propuestas directamente. Un gesto que dista mucho del inmovilismo de Sebastián Piñera en Chile y que Camila Vallejo, la omnipresente líder estudiantil chilena, ha podido seguir de cerca.
Inspirados por sus homólogos chilenos, los estudiantes brasileños se movilizan para pedir al Gobierno una mayor atención y reforzamiento del sistema educativo. La Unión Nacional de Estudiantes (UNE), organización estudiantil, convocó a 20.000 personas que marcharon por las calles de la capital brasileña. Al contrario que en el caso chileno, Rousseff se reunió con los estudiante, que le entregaron un documento con 43 propuestas, mientras que Piñera planea hacer lo mismo con los estudiantes de su país el sábado, tras más de tres meses de protestas en Chile.
El proceso fue seguido de cerca por Camila Vallejo, de visita en Brasil y cuya fama comienza a alcanzar cotas estratosféricas. «Queremos reafirmar la unidad de los movimientos estudiantiles en Chile, en Brasil, en toda América latina. Ningún país está aislado. Las conquistas de ayer de un lugar son las dificultades de otro en la actualidad», afirmó Vallejo ante una multitud enfervorecida.
«En Chile tenemos las mismas reivindicaciones que ustedes en Brasil, sólo que allá sufrimos represión cuando nos manifestamos. En Brasil el movimiento estudiantil se articuló con la sociedad y el gobierno a lo largo de la historia y obtuvo conquistas, aunque fueran pequeñas. En Chile hay un descontento muy grande y sólo ahora hemos logrado una aproximación con la sociedad», continuó Vallejo, que no estuvo presente en la reunión entre los estudiantes y Dilma.
Mientras, en Chile un grupo de 40 estudiantes ha asaltado la sede del ministerio de Educación para exigir a Felipe Bulnes, ministro del ramo, que escuche sus propuestas. Además han pedido la dimisión de Rodrigo Hinzpeter, titular de Interior, por la muerte de un joven de 16 años la semana pasada a manos de la policía. Piñera se reunirá con los representantes del sector, entre los que se cuenta Camila Vallejo, el próximo sábado.