La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha intentado tranquilizar a los brasileños asegurándoles que 2016 no será tan malo como todos pintas en materia económica. “No será maravilloso pero tampoco atravesará tantas dificultades como algunos piensan” ha señalado en Sao Paulo. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha intentado tranquilizar a los brasileños asegurándoles que 2016 no será tan malo como todos pintas en materia económica. “No será maravilloso pero tampoco atravesará tantas dificultades como algunos piensan” ha señalado en Sao Paulo.
Rousseff, según recoge América Economía ha pedido también estar atentos a los mercados internacionales y tener paciencia, porque las medidas han comenzado a implementarse hace poco. Igualmente, ha dicho entender la insatisfacción de la sociedad, “porque las personas quieren que todo se resuelva de inmediato”.
A pesar de estas palabras por parte de la mandataria, su apoyo se encuentra en mínimos de un 8% debido a la triple crisis económica, social e institucional que atraviesa el país por casos de corrupción como el de Petrobras y son muchos los que piden un juicio político contra ella.
Por su parte, el vicepresidente de Brasil, Michel Temer, ha considerado que esto es algo “inconcebible” un día después de que solicitase abandonar si labor como coordinaros político diario entre la presidenta y el Congreso.
