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Rafael Correa, el último presidente latinoamericano en sumarse a Twitter

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha sido el último de los mandatarios latinoamericanos en unirse a Twitter. En apenas cuatro días, bajo el nombre de @MashiRafael y con algo más de 60 mensajes publicados cuenta con más de 27.000 seguidores, que inundan el servicio con mensajes dirigidos a él. La red de microblog, que ha elevado hoy su valoración hasta 8.000 millones de dólares (5.647 millones de euros), se ha convertido en una herramienta esencial para los políticos latinoamericanos, entre los que Hugo Chávez se lleva la palma de popularidad. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha sido el último de los mandatarios latinoamericanos en unirse a Twitter. En apenas cuatro días, bajo el nombre de @MashiRafael y con algo más de 60 mensajes publicados cuenta con más de 27.000 seguidores, que inundan el servicio con mensajes dirigidos a él. La red de microblog, que ha elevado hoy su valoración hasta 8.000 millones de dólares (5.647 millones de euros), se ha convertido en una herramienta esencial para los políticos latinoamericanos, entre los que Hugo Chávez se lleva la palma de popularidad.

El mandatario andino ha tenido tiempo, desde el pasado día 30 de julio cuando inició su andadura en Twitter, a arremeter contra el diario Washington Post, a lanzar saludos para Venezuela, a explicar el proceso de elección del presidente del Parlamento ecuatoriano o a responder a usuarios que le consultan entre otras cosas. A su vez, Correa explicaba el sentido de su Nick, @MashiRafael. “Mashi en quichua significa «compañero», informaba.

La incursión del presidente ecuatoriano, que suele caracterizarse por hablar con claridad en público, ha seguido los mismos cauces en sus mensajes. A diferencia de otros mandatarios latinoamericanos, todo parece indicar que es él mismo quien escribe los tweets. Otros, como el presidente venezolano Hugo Chávez o su homóloga argentina, Cristina Fernández, contarían, según las malas lenguas, con un equipo que se los redacta.

Y es que los principales presidentes latinoamericanos llevan tiempo valiéndose del Twitter para comunicarse con la población. Después de que Barack Obama centrara en las nuevas tecnologías la campaña electoral que le llevó a la presidencia, éstas se han convertido en una herramienta indispensable para los políticos de todo el mundo. En América Latina, Chávez destaca sobre los demás, con cerca de dos millones de seguidores y seguido a bastante distancia por el mandatario mexicano, Felipe calderón, que cuenta con más de 800.000.

También los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, Argentina, Cristina Fernández, Brasil, Dilma Rousseff o Colombia, Juan Manuel Santos, tienen desde hace algún tiempo su propia cuenta en Twitter. Estos, con menos seguidores que Chávez o Calderón pero con una intencionalidad similar en sus mensajes, van desde los 700.000 seguidores de Rousseff a los 300.000 de Santos.

Por la forma en que aumenta el número de seguidores del presidente Correa, en unos 7.000 diarios, todo parece indicar que alcanzará una buena cifra en pocas semanas. No en vano, Latinoamérica ha adquirido una gran importancia en la cuenta de resultados de la compañía estadounidense de microblog, mientras que Ecuador tiene una posición relevante dentro de su buscador de Trending Topics o temas del momento. El uso de Twitter, en países como Venezuela, se ha convertido en casi una religión.

Twitter ha finalizado precisamente hoy un nueva ronda de financiación con la que ha conseguido recaudar 800 millones de dólares (565 millones de euros). Un grupo de inversores ha pagado, según fuentes del mercado, 400 millones de dólares (282 millones de euros) por el 5% de la compañía, lo que eleva su valoración actual a 8.000 millones de dólares (unos 5.647 millones de euros). La cifra representa más que el doble del valor hipotético de la compañía en la última ronda de financiación realizada en diciembre de 2010, cuando Twitter estaba valorada en 3.700 millones de dólares (2.615 millones de euros).

Las dudas sobre su viabilidad así como la de Facebook, que no cuentan con una fuente de ingresos concreta al carecer de publicidad, ha lanzado extendido los rumores entre los analistas, que consideran que la próxima burbuja financiera provendrá de las redes sociales, muy sobrevaloradas.

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