El Gobierno argentino expresó hoy su preocupación por la situación en Venezuela, que consideró «muy delicada», pero desestimó la aplicación de la Carta Democrática de la OEA a Caracas por la falta de consenso unánime en la región. El Gobierno argentino expresó hoy su preocupación por la situación en Venezuela, que consideró «muy delicada», pero desestimó la aplicación de la Carta Democrática de la OEA a Caracas por la falta de consenso unánime en la región.
«La situación en Venezuela es muy delicada, las tensiones están muy altas y están escalando día a día, lo cual nos preocupa por los venezolanos en primer lugar, y nos preocupa por la región en términos más amplios», declaró la canciller argentina, Susana Malcorra, en Cartagena de Indias, donde representará al país en la XXV Cumbre Iberoamericana.
La ministra argentina consideró «imposible que esta situación de total bloqueo en la cual se encuentran el Gobierno y la oposición en Venezuela se pueda resolver de otra forma que no sea por los venezolanos mismos», pero confió en que la oposición participe en el diálogo convocado por el papa Francisco.
Malcorra subrayó que la manifestación del miércoles fue «una forma clara de empoderar a la oposición en su negociación». «Nos parece que sentarse a esta convocatoria que ha hecho el Vaticano para poder intentar encontrar esa salida es fundamental. Si no es el Vaticano el que acompaña y ayuda en esta salida quien lo va a hacer», señaló.
La jefa de la diplomacia argentina afirmó que la Carta Democrática de la OEA «es una herramienta muy importante» pero «no es en sí misma una salida automática». «Para lograrlo, se necesita unanimidad en la OEA o en cualquiera de los organismos de la región. Eso claramente no ha sido posible, porque ha habido distintas perspectivas respecto de la situación de Venezuela», reconoció.
En cambio, subrayó que el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, analiza la situación en Caracas «desde hace un tiempo».
«Hemos tenido una decisión respecto de la presidencia pro-tempore de Venezuela que ha quedado congelada debido al no cumplimiento de los requerimientos del Mercosur. Y la decisión se puede producir en función de cómo Venezuela avance en el cumplimiento o el incumplimiento», señaló Malcorra.
La canciller argentina aclaró no obstante que «el Mercosur es un ambiente de mercado, económico, no es un ambiente político». «Entonces, lo que hay que hacer en el Mercosur se ciñe estrictamente al cumplimento o incumplimiento de las condiciones del mercado común».
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