El Gobierno ecuatoriano menosprecia las preferencias arancelarias con EEUU. Katiuska King, ministra de Economía de Ecuador, ha asegurado que el impacto de la no renovación de las preferencias arancelarias con EEUU, que están a punto de ser canceladas, no debe preocupar. Ha estimado que el beneficio de dichas ventajas apenas es de 21,6 millones de dólares y ha asegurado que tanto su país como los Estados vecinos deben mirarse entre sí y dejar de hacerlo hacia el norte.
«Mientras tengamos menos dependencia de los países industrializados va a beneficiar más a la economía ecuatoriana… los países industrializados todavía se encuentran en situación de recuperación económica mientras que los países emergentes se encuentran en mejor situación», aseguró King al canal GamaTv. A su vez, señaló que han «tenido una historia donde siempre estamos mirando hacia el norte y poco hacia nuestros países (vecinos) y hacia los costados, por ejemplo hacia países del Medio Oriente donde tenemos un potencial muy grande».
La titular de Economía agregó que «los impactos de la no renovación de las preferencias arancelarias no son de la proporción que nos quieren hacer creer… el impacto no es mayor». Indicó que las perdidas por la no renovación de las preferencias sería de 21,6 millones de dólares.
Las respuestas por parte del empresariado del país no se han hecho esperar. El director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano, Roberto Aspiazu, aseveró que en el sector comercial y productivo «existen más incertidumbres que certezas», más aún debido a la próxima vigencia de una tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Colombia, cuyos productos «son competencia directa» de los de Ecuador.
De la misma forma, el director del Centro de Estudios y Análisis de la Cámara de Comercio, Eduardo Cadena, en el canal Telerama consideró que más allá de las cifras «lo que debemos analizar es la pérdida de competitividad de Ecuador (que) tiene 300.000 empleos en los sectores que se ven afectados» como frutas, flores, brócoli, calzado y otros.
La relación entre EEUU y Ecuador no pasa por su mejor momento. Además de la improbabilidad de que se renueven las preferencias arancelarias, la decisión de ecuatoriana de expulsar a la embajadora de Estados Unidos, aduciendo que, en un informe secreto conocido a través de WikiLeaks, vinculó al presidente Rafael Correa con un ex comandante policial sospechoso de corrupción, no facilitan las cosas.