Hay bandas imprescindibles, como los argentinos Pez, que entienden su militancia ‘rockera’ como una especie de fe. Una creencia que les obliga a evolucionar. Músicos aventureros sin miedo a lo desconocido que entienden cada nuevo disco como un reto. Hay bandas imprescindibles, como los argentinos Pez, que entienden su militancia ‘rockera’ como una especie de fe. Una creencia que les obliga a evolucionar. Músicos aventureros sin miedo a lo desconocido que entienden cada nuevo disco como un reto.
En activo desde 1993, la banda se beneficia de las inquietudes de su guitarrista y voz principal Ariel Sanzo, también conocido como ‘Minimal’, el único componente del grupo que se ha mantenido desde los primeros tiempos, y que sigue al frente de las operaciones.
Más de dos décadas después de aquel comienzo, los Pez de ahora han presentado un disco excelente, titulado ‘El Manto Eléctrico’, en el que han volcado toda la sabiduría acumulada gracias a la experiencia y las horas de escenarios.
La actual formación de la banda se completa con Franco Salvador a la batería y a la voz, Fósforo García al bajo y Juan Ravioli al piano eléctrico, el órgano, la guitarra y la voz. Un formato clásico para buscar un sonido revolucionario.
De ahí que en su excelente último álbum se encuentren los ecos psicodélicos, metálicos y progresivos procedentes de algunos de los caminos sonoros que por los que Pez transitó en el pasado. Pero sólo para dar forma a una nueva y vigorosa encarnación.
Más maduros que nunca y con menos miedo, Pez no parece temer que los tempos lentos vayan a restarle poder a su propuesta. Y, en ocasiones, navegan con decisión por los aires de balada, en busca de matices inesperados. Si quieren saber de lo que hablo busquen esta joya en Internet y ya verán.
