Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, ha iniciado hoy en El Salvador la gira que debe llevarle además a Venezuela y Perú. Además de afianzar relaciones con los tres países y mejorar el comercio con América Latina, el diplomático deberá afrontar un asunto espinoso en el último de los países. Entre los peruanos aún perduran las dudas sobre el viaje que realizó Alexis Humala, hermano del recién elegido presidente del país, a la ex potencia soviética. Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, ha iniciado hoy en El Salvador la gira que debe llevarle además a Venezuela y Perú. Además de afianzar relaciones con los tres países y mejorar el comercio con América Latina, el diplomático deberá afrontar un asunto espinoso en el último de los países. Entre los peruanos aún perduran las dudas sobre el viaje que realizó Alexis Humala, hermano del recién elegido presidente del país, a la ex potencia soviética.
Lavrov ha se encuentra ya en El Salvador, país con el que Rusia mantiene relaciones diplomáticas desde 1992 y con el que suscribió en 2009 un régimen sin visados. «Durante la visita se firmará un acuerdo sobre los principios básicos de las relaciones bilaterales. Este documento pondrá la base legal para el desarrollo de una cooperación multilateral», Alexandr Lukashévich, portavoz de la Cancillería.
El próximo el día 23, el ministro de Exteriores viajará Perú, donde la prioridad será aumentar los intercambios comerciales hasta un nivel que se corresponda con el potencial de ambos países. En las conversaciones también se tratarán aspectos políticos de las relaciones bilaterales e internacionales, ya que Perú cuenta con un nuevo presidente desde julio pasado, Ollanta Humala.
Sin embargo, el diplomático deberá afrontar una cuestión de orden político cuyos ecos aun no se han apagado. Alexis Humala, hermano del presidente peruano, viajó a Rusia en julio pasado y realizó negociaciones a nombre de Perú en temas de gas y pesca, lo que obligó a Ollanta, cuando ya estaba elegido pero aún no era presidente, a desautorizarlo. El pasado 14 de agosto fue suspendido de militancia por seis meses a causa de esta actuación.
Pero la polémica no está cerrada. El embajador de Rusia en el Perú, Nikolay V. Sofinskiy, afirmó la pasada semana que la parte peruana –el gobierno del país o Gana Perú– es la encargada de aclarar el cuestionado viaje, algo que parece lejos de suceder.
Por su parte, la última escala de la gira de Lavrov, los días 24 y 25, será Venezuela, uno de los principales socios latinoamericanos de Rusia, adonde el líder bolivariano, Hugo Chávez, ha viajado en nueve ocasiones. Ambas partes abordarán el plan de acción de los numerosos proyectos energéticos y de infraestructuras para el período 2010-2014 delineados el pasado año durante la última visita de Chávez a Moscú.