Ecuador vivirá hoy una intensa jornada de movilizaciones. La marcha convocada por los sindicatos en contra de la reforma laboral impulsada por el presidente, Rafael Correa, se encontrarán de frente con los partidarios del mandatario. Ecuador vivirá hoy una intensa jornada de movilizaciones. La marcha convocada por los sindicatos en contra de la reforma laboral impulsada por el presidente, Rafael Correa, se encontrarán de frente con los partidarios del mandatario, a quienes él mismo ha llamado a movilizarse en apoyo a sus medidas.
El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) , la mayor central obrera de Ecuador, cree que algunos aspectos del nuevo Código del Trabajo que quiere aprobar Correa podría afectar negativamente a los derechos de los empleados del país latinoamericano.
Por ello, decidieron organizar una marcha “pacífica”, apoyada por otros frentes sociales como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) y por la oposición, para mostrar al Gobierno sus “inquietudes”, ha segurado a Efe el presidente del sindicato, Edgar Sarango.
El mandatario ecuatoriano respondió a la convocatoria en rechazo a sus medidas con un llamamiento a sus partidarios para salir a la calle el mismo día a favor de su gestión. “Si el miércoles ellos son 3.000, nosotros seremos 30.000 en la Plaza Grande. Todos invitados a la Plaza Grande, con alegría, va a ser un festival musical”, señaló el presidente en declaraciones recogidas por AFP.
“Si él considera que puede tapar nuestras inquietudes con un festival artístico, él tiene toda la facultad de hacerlo”, ha señalado el presidente de FUT al respecto. Sarango ha insistido además en que su objetivo “no es ir a subvertir el orden o desestabilizar la democracia”, sino “afianzar la democracia, construir un nuevo país pero con la participación de los trabajadores”.
Sin embargo, Correa ya ha afirmado que la movilización de este miércoles pretende generar “un proceso desestabilizador”
