Pájaro

Buenas noticias, amigos. Vuelve Pájaro’. Ese elegante guitarrista sevillano, conocido también como Andrés Herrera, que ha dejado pistas de su solvencia instrumental como acompañante de lujo de tipos tan poco recomendables como Silvio, Raimundo Amador o Kiko Veneno. Buenas noticias, amigos. Vuelve ‘Pájaro’. Ese elegante guitarrista sevillano, conocido también como Andrés Herrera, que ha dejado pistas de su solvencia instrumental como acompañante de lujo de tipos tan poco recomendables como Silvio, Raimundo Amador o Kiko Veneno .

Hace ahora cuatro años -espero que me perdonen el ‘chiste fácil- este ‘Pájaro’ amante de las seis cuerdas decidió volar en solitario y publicó su primer disco en solitario, titulado ‘Santa Leone’, en el que, arropado por algunos de sus ilustres amigos, dio a conocer por primera vez a la afición sus inquietudes personales.

Entonces, ‘Pájaro’ fijó sus coordenadas creativas en el interior de un prodigioso triángulo formado por las películas de vaqueros- llámenlas ‘westerns’ si quieren-, sobre todo las de Sergio Leone, la Semana Santa y el rock and roll. Obsesiones que le aportan un sano eclecticismo muy beneficioso.

En estos días, Herrera empieza a desvelar los temas que formarán parte de su segundo álbum, que se comercializará con el nombre de ‘He matado al Angel’. Un trabajo en el que, a tenor de lo que se conoce hasta ahora, el músico mantiene sus constantes vitales, aunque, aparentemente, ha aumentado la dosis de esencia mediterránea.

De nuevo, ‘Pájaro’ ha contado en su disco con la ayuda de un buen puñado de amigos dispuestos a pasar un rato con él en el estudio de grabación. Entre otros, los chicos de ‘Guadalupe Plata‘, el teclista Julián Maeso, el guitarrsita Diego ‘El Twanguero’ y el trompetista Ángel Sánchez.

Ahora, Herrera se dispone a dar el siguiente paso e iniciará una gira por toda España para presentar sus canciones en directo. Y el asunto ‘pinta bien’. Así que cuando se enteren de que la caravana de este guitarrista sevillano va a detenerse en su ciudad harían bien en acercarse a disfrutar del concierto. ¿Quién dijo que ya estaba todo hecho y no quedaban artistas capaces de sorprender al respetable? Fuera quien fuera se equivocó.

Acceda a la versión completa del contenido