Los proyectos energéticos apuntan a ser la principal fuente de ingresos del Gobierno peruano. El conglomerado brasileño Odebrecht, dedicado a la ingeniería y construcción, estudia la inversión de 13.000 millones de dólares (9.762 millones de euros) en un proyecto para transportar gas en Perú. Los proyectos energéticos apuntan a ser la principal fuente de ingresos del Gobierno peruano. El conglomerado brasileño Odebrecht, dedicado a la ingeniería y construcción, estudia la inversión de 13.000 millones de dólares (9.762 millones de euros) en un proyecto para transportar gas en Perú.
El director de Odebrecht, Jorge Barata, ha confirmado así la intención de la empresa en llevar a cabo un proyecto energético en la nación andina. El objetivo del conglomerado brasileño será transportar el gas de la zona de Matarani hacia la costa.
Odebrecht realizará las labores de construcción y transporte el gas por el gasoducto. Mientras, Petrobras, la petrolera estatal de Brasil, será la encargada de proporcionar el gas.
Está previsto que después ambas empresas generen varios proyectos, que incluyen un polo petroquímico, y en el que participará Brakem, que es el brazo petroquímico de Petrobras y Odebrecht.
El director del conglomerado indicó que calculan que en todo el paquete se invierta un total de 13.000 millones de dólares (9.762 millones de euros). Jorge Barata apunta que se trata de un proyecto muy importante, que transformará la economía del sur del país andino.
Está previsto que el plan de inicio a finales de 2012 o como muy tarde a primeros de 2013. El plazo para construir el gasoducto y el proyecto integral es de siete años en total, por lo que en 2018 podría haber finalizado todo.
La noticia de la futura inversión coincide con los planes de Petroperú. La petrolera estatal peruana, que lleva desde 1990 sin extraer crudo, planea la compra de un 40% de gas licuado de petróleo a Pluspetrol, empresa dedicada a la explotación de yacimientos de gas y la mayor productora de Perú.
Con esta operación, el Gobierno de Ollanta Humala conseguiría abaratar el precio del gas y por consiguiente, también el de las tarifas de transporte. Humala, motivado por colmar las arcas del Estado, estudia volver a reflotar la petrolera nacional.
El objetivo es que la estatal vuelva a producir crudo, a la vez que continúe con un plan de modernización.