Tal y como anticipaban los analistas, finalmente Nacha Guevara no ocupará un puesto en el parlamento argentino. Tras las polémicas «candidaturas testimoniales» impulsadas antes de la derrota electoral de los Kirchner en las legislativas de junio, la popular actriz ha renunciado a su escaño, dejando en evidencia el propósito fallido del matrimonio presidencial de contar entre sus filas con dirigentes de peso con el objetivo de arrastrar votos para frenar el crecimiento opositor. Tal y como anticipaban los analistas, finalmente Nacha Guevara no ocupará un puesto en el parlamento argentino. Tras las polémicas «candidaturas testimoniales» impulsadas antes de la derrota electoral de los Kirchner en las legislativas de junio, la popular actriz ha renunciado a su escaño, dejando en evidencia el propósito fallido del matrimonio presidencial de contar entre sus filas con dirigentes de peso con el objetivo de arrastrar votos para frenar el crecimiento opositor.
Cinco meses después de anunciar que se presentaba y prometer que haría todo lo posible por construir un país más feliz, la protagonista del musical Eva ha abandonado su proyecto político.
La renuncia de Nacha Guevara se suma a las anteriores del popular gobernador de Buenos Aires, Daniel Sciolo y de Sergio Massa.
Con el abandono, Guevara les da la razón a los círculos que, desde Argentina, aseguraban que la estrategia de “fichar” caras conocidas para las listas electorales sólo era una maniobra del Oficialismo para ganar votos en las elecciones y que llegado el momento de desarrollar una actividad política, serían sustituidos por profesionales de la misma. De hecho, a estos personajes se les denominó como candidaturas testimoniales.
Ella ha explicado en un comunicado que deja el parlamento argentino por razones personales. Su lugar en el órgano legislativo será ocupado por la actual legisladora Juliana Di Tullio, quien tomará posesión del cargo el próximo 10 de diciembre junto con el resto de los integrantes del parlamento.
