La llegada a la presidencia de Panamá de Ricardo Martinelli parece haber servido para confirmar la preferencia que manifiestan los bancos privados de América Latina por esta plaza financiera. Algunos analistas, sin embargo, creen que las dificultades que muchos millonarios de la región encuentran ahora en Miami, su antiguo lugar favorito, ha podido contribuir a que el país centroamericano se haya puesto de moda. La Superintendencia de Bancos de Panamá ha publicado en un informe que en el primer semestre del 2010 las autoridades financieras han dado cinco nuevas licencias a instituciones bancarias para operar en el centro financiero internacional de la capital.
Las autoridades financieras han otorgado licencias generales a Banco Prival, entidad de capital panameño, Banco Lafise Panamá, de capital mixto, y al banco La Hipotecaria. Por otra parte, han dado licencias internacionales a Banca Privada D’Andorra, cuyo capital procede del Principado de Andorra, y a Banco Internacional de Perú-Interbank.
La Superintendencia de Bancos de Panamá agregó que, además, está analizando otras dos solicitudes de licencia bancaria general, una de ellas para UniBank & Trust, financiera que ahora tiene un permiso temporal; y la otra para la operación de un banco de microfinanzas.
En Panamá operan actualmente dos bancos oficiales y 47 bancos de licencia general. De estos últimos, dos son oficiales, 28 son extranjeros y 17 son entidades privadas panameñas. Con licencia internacional operan 31 bancos, de los cuales 15 son Oficinas de Representación.
Panamá ofrece una licencia internacional a entidades financieras extranjeras, muy atractiva para ellas y según la cual estos bancos están radicados en el país pero sólo ofrecen operaciones en los mercados internacionales.