La candidata del Partido Socialista Brasileño a las elecciones presidenciales, Marina Silva se está resintiendo de la dura campaña electoral. De hecho, en el último sondeo, su principal rival, la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) vuelve a sacarle ventaja. La candidata del Partido Socialista Brasileño a las elecciones presidenciales, Marina Silva se está resintiendo de la dura campaña electoral. De hecho, en el último sondeo, su principal rival, la presidenta Dilma Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT) vuelve a sacarle ventaja.
A pesar de este último dato, los expertos esperan que el duelo final siga siendo entre ambas mujeres en una segunda vuelta electoral que tendría lugar el 26 de octubre. En cualquier caso, las estrategias, los giros y los cambios de opinión seguirán siendo protagonistas de esta batalla por el voto, según señala el diario El País.
En el caso de Rousseff, su equipo no ha dudado en apelar a cierto voto del miedo al recordar que Silva desea que el Banco Central del Brasil sea totalmente autónomo. Apoyada en esto, la mandataria asegura que de producirse el cambio, los más pobres serían los más damnificados. Es tan clara en esto que utiliza sus espacios propagandísticos en la televisión para dejar clara su postura.
A lo que Silva ha contratado acusando a la presidenta de emplear el arma que el entonces gobernante Partido Social de la Democracia Brasileña (PSDB) había utilizado 12 años atrás con Lula y con el PT (sin éxito): espolear el miedo, azuzar al electorado más vulnerable. Todo lo ha hecho con el aire de religiosidad que la caracteriza, pues pertenece a la Iglesia evangélica, una de las más poderosas de Brasil.
La respuesta de Rousseff no se hizo esperar y acusó a su ‘bestia negra’ de ser “una quejica”. Por su parte, Aécio Nevez (tercero en discordia y aspirante del PSDB) también ha optado por el ataque contra Silva, a la que ha acusado de renegar de su pasado como miembro del PT, formación en la que estuvo durante más de 25 años.
Da la sensación que la estrategia de ‘acoso y derribo’ funciona, pues la ecologista pierde votos en la última encuesta realizada por A folha de Sao Paulo, se separa tímidamente a Rousseff de Silva con un 37% de apoyos. Ésta comienza a perder posiciones con un 30%. Neves, mientras tanto, se hace con un 17% de los sufragios. Sería necesario una segunda vuelta para decidir si la presidenta es Rousseff o Silva.
