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Maifersoni

El cantante y compositor chileno Enrique Elgueta, más conocido como Maifersoni, acaba de incorporarse a la nómina de artistas de la discográfica ‘Quemasucabeza’, un sello indispensable para entender la evolución de la nueva música latinoamericana. El cantante y compositor chileno Enrique Elgueta, más conocido como Maifersoni, acaba de incorporarse a la nómina de artistas de la discográfica ‘Quemasucabeza’, un sello que ha confirmado en los últimos tiempos su condición de indispensable para entender la evolución de la nueva música latinoamericana.

La colaboración entre este cantante y compositor y su nuevo sello se ha iniciado con la publicación de su segundo álbum, titulado ‘Maiferland (Acto de Amor)’. El disco fue producido por el dúo De Janeiros, que forman Pablo Múñoz y Milton Mahan y supone un más que digno sucesor de ‘Telar Deslizante’, el primer trabajo de Maifersoni.

En ambos discos, de los más interesantes que se han publicado en Chile en los últimos años, podemos encontrar el ‘adn’ básico de las producciones más características de su nuevo sello. Un estilo que encuentra ramificaciones personales en la combinación de los ritmos clásicos del territorio con elementos modernos como, por ejemplo, la electrónica y la psicodelia.

Enrique consigue dejar flotar sus melodías en un caudal de fondos instrumentales evocadores y melancólicos. Hasta el punto de que las líneas principales de sus canciones parecen estar ocultas, a veces, entre la trama de capas sonoras en las que desarrolla sus imaginativos arreglos.

Aquí, los largos desarrollos musicales fluyen por el aire, con una estructura poliédrica, que suele eludir los límites tradicionales. De modo que el oyente puede compartir con Maifersoni la aventura de ir descubriendo paso a paso unas canciones que no tienen un principio o un fin claramente marcados.

Un contexto en el que también se desenvuelven los textos de las canciones formado por imágenes de alto contenido metafórico, con un pie en el surrealismo y otro en la descripción de la incomunicación creciente que parece propiciar esa tecnología que, teóricamente, debería mantenernos más interconectados que nunca.

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