El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha reunido con el también expresidente español Felipe González en Sao Paulo frente a 50 personas entre los que se encontraban militantes del Partido de los Trabajadores (PT) al que pertenece y al que ha comparado con la formación de Pablo Igle El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha reunido con el también expresidente español Felipe González en Sao Paulo frente a 50 personas entre los que se encontraban militantes del Partido de los Trabajadores (PT) al que pertenece y al que ha comparado con la formación de Pablo Iglesias, Podemos.
A grandes rasgos, considera el diario español El País, todo apuntaba a que se trataría de un intercambio de elogios entre fuerzas de izquierdas pero González ha aprovechado su intervención para criticar ante un histórico aliado de Venezuela que allí “no existe pluralismo político”. El histórico del PSOE ha manifestado que el país presidido por Nicolás Maduro se encuentra en “proceso de destrucción”.
Por su parte, algunos congresistas brasileñas también han tenido que hacer frente a las restricciones de Maduro, pues una comitiva liderada por Aécio Neves viajó al país y le fue imposible reunirse con el líder opositor Leopoldo López, por el “acoso al que fue sometida por los manifestantes chavistas”, según el propio Neves.
Dejando esto de lado, pues en el PT parecen no ponerse de acuerdo, Lula ha hecho referencia a la ‘nueva izquierda española’ y ha señalado que “Podemos me recuerda al PT de los años 80 en Barcelona o Madrid”. A su modo de ver sería bueno realizar un encuentro entre el PT y los dirigentes de Podemos.
Sobre la formación morada, González ha considerado que se parece a Izquierda Unida (IU) de hace 20 años y en cuanto a la ‘crisis del PSOE’ ha señalado que lo que ha ocurrido en España es que “cambiamos la realidad social, pero nosotros no cambiamos. Mantuvimos el mismo discurso. Nos quedamos atrás”.
Para no ser menos, Lula también ha criticado a su propio partido, al que también pertenece la actual mandataria, Dilma Rousseff, y ha señalado que desde hace 12 años “ha perdido utopía y necesita una revolución interna, tenemos que elegir entre salvar el pellejo y nuestros cargos o el proyecto político”.
