Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.

Los transportistas le dan un respiro a Evo en su lucha contra la Central Obrera Boliviana

El paro general de 48 horas convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) ha comenzado con un escaso seguimiento. El transporte, cuya respectiva confederación se opuso a la huelga, y las actividades comerciales y financieras han funcionado con normalidad durante la mañana en La Paz. El paro general de 48 horas convocado por la Central Obrera Boliviana (COB) ha comenzado con un escaso seguimiento. El transporte, cuya respectiva confederación se opuso a la huelga, y las actividades comerciales y financieras han funcionado con normalidad durante la mañana en La Paz.

El mayor sindicato del país ha convocado una huelga de dos días en apoyo a los indígenas que rechazan la construcción de una carretera que atravesaría una reserva natural. Además, los trabajadores aprovecharán para exigir de nuevo aumentos salariales.

El paro ha empezado con un seguimiento bastante bajo a lo que se esperaba. La ausencia de los chóferes en esta jornada ha supuesto un duro revés para la COB, ya que la huelga de éstos supone un mayor impacto para la población.

El secretario del gremio de conductores, Franklin Durán, ya avisó que los transportistas afiliados a esa institución no acatarán la medida anunciada para 48 horas.»Los servicios de transporte van a estar en todos los sectores (…),los chóferes no tenemos por qué hacer paro, no tenemos insertada una sola reivindicación con la COB», apuntó el funcionario.

La COB, hasta hace poco aliada de Morales, reclama un aumento salarial de dos puntos porcentuales prometido a maestros y trabajadores de la salud. Casualmente, después de que la población manifestara su desencanto con el Gobierno, éste anunció un aumento del 11% al personal mencionado.

Además, respalda la marcha de los indígenas que se oponen a una carretera financiada y construida por Brasil, porque dividiría en dos una reserva natural en la Amazonía. La vía de 300 km cruzaría el Territorio Indígena y el Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en el centro del país, rico en flora y fauna y donde habitan varios grupos de indígenas desde tiempos ancestrales.

Los ministros no lograron convencer a los nativos para trabajar en una propuesta alternativa y que de forma conjunta se realizara una consulta directa con las comunidades que habitan los territorios por donde pretendía pasar la vía. La inexistente comunicación entre ambos lados sigue pasando factura.

Más información

Scroll al inicio