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Los sindicatos cercanos a Kirchner dan señales de vida

Tras las últimas protestas en contra de los Kirchner durante estas últimas semanas en Argentina, la expectación se centraba en la reacción de los sindicatos afines al matrimonio, que por fin han dado señales de vida. Los trabajadores afiliados a la Central General de Trabajadores (CGT), liderados por Hugo Moyano, han bloqueado la distribución de los periódicos La Nación y Clarín. Tras las últimas protestas en contra de los Kirchner durante estas últimas semanas en Argentina, la expectación se centraba en la reacción de los sindicatos afines al matrimonio, que por fin han dado señales de vida. Los trabajadores afiliados a la Central General de Trabajadores (CGT), liderados por Hugo Moyano, han bloqueado la distribución de los periódicos La Nación y Clarín.

Esta acción es la respuesta sindical a los desacuerdos entre las cooperativas de distribución y el sindicato de camioneros, que conduce el secretario general de la CGT.

Tras varias horas de tensas negociaciones con las cooperativas de distribución de diarios y revistas, Moyano ha logrado el traspaso de 1.300 conductores y auxiliares de cooperativas de distribución al convenio colectivo de trabajo de los camioneros.

Muchas voces en Argentina han visto en el bloqueo una acción velada del gobierno contra el diario Clarín, con el que mantiene una relación un tanto complicada desde hace meses. Sin embargo, pese a que esta asociación ha sido históricamente un apoyo para Néstor y Cristina Kirchner, fuentes oficiales del gobierno argentino han desvinculado al ejecutivo de estas acciones.

El ministro del Interior, Florencio Randazzo, ha afirmado que la Casa Rosada no tiene nada que ver con las protestas que el pasado miércoles retrasaron el reparto de diarios y revistas y ha defendido la política oficial a la hora de abordar los reclamos callejeros. Ha añadido además que los que creen que detrás de las protestas está una mano negra gubernamental se equivocan. Según Randazzo hacer aparecer esto como una decisión del Gobierno de entorpecer la libertad de prensa es descabellado.

Randazzo ha opinado que el conflicto entre camioneros y cooperativas debe resolverse amigablemente. En palabras del ministro, el camino es la búsqueda de una solución que contemple los intereses, tanto de los diarios como de los trabajadores.

Por último, el gerente de Interior apuntilló que el ejecutivo argentino debe ser muy cuidadoso con cómo soluciona el tema y tiró de experiencia para afirmar que no se puede reprimir la protesta social. Para Randazzo hay que encaminarla y dar una solución pacífica a las movilizaciones.

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