La alta inflación que ha registrado Argentina, en torno al 25% en 2010, no deja de dar sobresaltos a la Cristina Fernández. En los últimos días, el sindicato de comerciantes ha solicitado un aumento salarial que oscilaría entre el 30 y el 35%. A este sector, uno de los más importantes del país con más de un millón de trabajadores, se le han unidos los trabajadores del principal puerto exportador de granos de Argentina, que han iniciado una huelga para solicitar un ascenso de sus sueldos. La alta inflación que ha registrado Argentina, en torno al 25% en 2010, no deja de dar sobresaltos a la Cristina Fernández. En los últimos días, el sindicato de comerciantes ha solicitado un aumento salarial que oscilaría entre el 30 y el 35%. A este sector, uno de los más importantes del país con más de un millón de trabajadores, se le han unidos los trabajadores del principal puerto exportador de granos de Argentina, que han iniciado una huelga para solicitar un ascenso de sus sueldos.
Los empleados de comercio ya diseñaron la estrategia para negociar los aumentos de sueldo para 2011. Según consignaron desde el gremio que lidera Armando Cavalieri a ámbito.com la propuesta de este año incluirá un ofrecimiento de paritarias desdobladas: abrir la discusión la última semana de marzo o la primera de abril, acordar una subida salarial por seis meses (extraoficial, de 20% a 30% en cuotas) y volver a abrir después de las elecciones generales de octubre.
La propuesta que los sindicalistas presentarán sobre la mesa de los empresarios tiene un doble objetivo: que la inflación anual no termine por corroer el poder adquisitivo de los trabajadores y esperar la definición del escenario político argentino, luego de la convocatoria a las urnas para elegir (o reelegir) el gobierno hasta 2015.
El presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Osvaldo Cornide, rechazó el aumento que se propone desde los sindicatos del comercio. «Las Pyme y el comercio no podrían pagar un incremento salarial del 30% ó 35%», aseguró Cornide, un empresario cercano al Gobierno, en declaraciones que formuló en el marco de un encuentro que mantuvo con dirigentes del sector. Cornide recordó que «la CAME hace más de 40 años que firma los Convenios Colectivos de Empleados de Comercio y entiende que sería perjudicial una escalada de precios y salarios».
Por otra parte, los trabajadores de firmas de procesamiento y exportación de granos iniciaron ayer una huelga que mantiene paralizadas las operaciones en el principal puerto de despacho de cereales y oleaginosas de Argentina. La huelga por tiempo indeterminado fue convocada por sindicatos del sector afiliados a la Confederación General del Trabajo (CGT), la mayor central obrera del país, para reclamar un salario mínimo de 5.000 pesos (1.246,8 dólares).
El aumento indiscriminado de la inflación comienza a tener consecuencias en la paz social en Argentina. Después de la huelga de productores agrarios la pasada semana, las reclamaciones reseñadas vienen a certificar el daño que el incremento del precio de la cesta básica está haciendo en los bolsillos de la población. La presidenta argentina deberá afrontar los perjuicios para la población si quiere que las elecciones de octubre vayan lo bien que las encuestas le auguran.