La sombra de las nacionalizaciones de Cristina Fernández vuelve a planear sobre las compañías españolas. Esta vez parece que la mandataria argentina tiene en su punto de mira el negocio de los juegos de azar. El temor a una posible intervención en el sector ha desatado las ventas en Codere, cotizada española para la que Argentina supone su primer mercado internacional. La sombra de las nacionalizaciones de Cristina Fernández vuelve a planear sobre las compañías españolas. Esta vez parece que la mandataria argentina tiene en su punto de mira el negocio de los juegos de azar. El temor a una posible intervención en el sector ha desatado las ventas en Codere, cotizada española para la que Argentina supone su primer mercado internacional.
En la sesión de este lunes, los rumores de nacionalización de las casas de apuestas y casinos en Argentina han provocado descensos de más del 12% en la cotización de Codere. El temor inversor se ha dejado sentir no solo en este descalabro bursátil, sin discusiones en la parte más baja de todo el Mercado Continuo español, si no en el volumen de negociación con que se ha construido. A falta de minutos para el cierre de la sesión, más de 322.000 títulos de la firma de juego habían cambiado ya de manos, cuando su media anual de una jornada completa apenas supera las 25.700 acciones.
Argentina supone para Codere su primer mercado internacional y, de hecho, desde este país ha procurado su salto a otras naciones latinoamericanas como Uruguay, Brasil y Colombia. Por si fuera poco, en los últimos años, la española ha apostado por el mercado argentino con más fuerza que por otros, dadas sus perspectivas de crecimiento a medio plazo. Sin embargo, el intervencionismo que muchos cronistas políticos achacan a la presidencia de la viuda de Néstor Kirchner podría acabar con esta trayectoria de un plumazo, tal como ya ocurrió con YPF, la filial petrolera de la española Repsol hace unos meses.
La compañía cotizada no se trataría de la única española damnificada por esta decisión. La búsqueda de capitales del Gobierno argentino se llevaría por delante también la inversión en el país de Cirsa, en este caso fuera de Bolsa. En cualquier caso, fuentes de Codere han confiado a este diario que la posibilidad de la intervención es un viejo rumor, que suele acompañar a los cambios políticos en el país, pero que para nada ha afectado a sus negocios en el área de Buenos Aires, donde centra el grueso de su actividad. A este respecto cabe destacar que la regulación en cada una de las regiones del país, así como en el distrito federal de la capital, es distinta para los juegos de azar en cada caso.
En el mercado por bloques, el temor inversor también se dejaba sentir y un cruce operado por Banesto Bolsa se saldaba a un precio de 4,12 euros por acción, cuando el viernes la cotización de la compañía cerró a 4,38 por título. En este movimiento, a un precio más alto que el que el valor marcaba en el Continuo durante la mayor parte de la sesión, cambiaban de manos algo más de 74.000 títulos de Codere.
En el Continuo, el protagonismo vendedor sobre la cotizada española también correspondía a los corredores de Banesto, que no adquirían ni un solo título de la compañía. Le seguían los bilbaínos de BBVA y Ahorro Corporación Financiera, el bróker de las cajas de ahorros españolas. En las compras, las operativas más fuertes corrían a cargo de la mesa madrileña de BBVA, Renta 4 y Bankia Bolsa.
El juego en Argentina
El negocio del juego de azar y las apuestas en Argentina mueve unos 10.000 millones de euros al año, según los cálculos de algunos expertos, ya que no existen cifras oficiales agregadas al respecto. A la luz de estos cálculos, cada máquina tragaperras instalada en un local del país genera una caja cercana a los 300 euros por día, siendo ésta una de las principales áreas de negocio de la propia Codere.
La posible renacionalización del sector lo destapó el diario Clarín el pasado fin de semana, con lo que hoy las compañías del sector presentes en el país cotizaban estos rumores. Según el rotativo argentino, los operadores internacionales presentes en el país “no verían con malos ojos” este nueva intervención del Gobierno de Cristina Fernández porque “el juego está cayendo, hay una retracción del 30 o 40%”. Sin embargo, desde Codere se defiende que Argentina es uno de sus mercados preferentes.
Desde medios contrarios a la actual deriva del Ejecutivo bonaerense, como El Sol de la provincia de Mendoza, al que analistas políticos vinculan a la herencia de Carlos Menem se califica el posible movimiento de Cristina Fernández como el “no va más”. Precisamente, fue el peronista Menem quien privatizó en los años 90 el negocio del juego en el país austral, hasta entonces gestionado por un monopolio público.
