Se ha relanzado durante la jornada de ayer el ‘Pacto Nacional por el Café’ en El Salvador entre Gobierno y trabajadores del sector. Aunque los segundos no sienten demasiada confianza pues podría tratarse de “una gran enganchada”. Se ha relanzado durante la jornada de ayer el ‘Pacto Nacional por el Café’ en El Salvador entre Gobierno y trabajadores del sector. Aunque los segundos no sienten demasiada confianza pues podría tratarse de “una gran enganchada”.
Así lo ha señalado en el programa radiofónico Pencho y Aída, el cafetalero y expresidente de la desaparecida Fundación Salvadoreña para la Investigación del Café (Procafé), Mario Acosta Oertel, que ha asegurado no haber participado en el pacto porque sabía que no iba a funcionar.
Desde su punto de vista, el pacto no es otra cosa que “medidas cosméticas” más que acciones correctas para solventar el problema den el que se encuentra el sector debido al virus de la roya, puesto que no es la primera vez que se lanza este pacto y no ha habido ninguna mejora.
Muchos se quejan de la falta de apoyo a esta problemática por parte del Estado. Según Acosta Oertel, la baja producción de grano de 2013, la más baja en el último siglo, ha tenido que ver con “una combinación de cosas: clima, plaga, desatención de parte del Gobierno hacia el sector”.
Por su parte, el trabajador del sector Alfredo Mena Lagos, que también ha participado en el programa radiofónico, se ha quejado de que están pagando “el precio de las malas políticas implementadas desde el Gobierno en los últimos 30 años”.
Como recoge el diario salvadoreño ambos se han quejado de que la solución no está en regalar seis millones de plantas de café, tal como lo anunció el titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Orestes Ortez, hace dos semanas.
Ambos, como comenta el diario salvadoreño elsalvador.com, han asegurado que nunca ha existido una apuesta real por el sector, de hecho en su opinión ningún Gobierno se ha interesado realmente por él.
