El germen del 15M cada vez está más arraigado en Latinoamérica, la última muestra en Argentina, donde los indignados han salido a las calles de Buenos Aires para protestar contra la inseguridad, la inflación y la corrupción del gobierno de Cristina Kirchner por tercer día en esta semana. El germen del 15M cada vez está más arraigado en Latinoamérica, la última muestra en Argentina, donde los indignados han salido a las calles de Buenos Aires para protestar contra la inseguridad, la inflación y la corrupción del gobierno de Cristina Kirchner por tercer día en esta semana.
Aunque no fueron los únicos, también en Mendoza se echaron a la calle 150 personas. En sus pancartas podía leerse todo tipo de mensajes, desde ataques directos contra el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, a quien han echado la culpa de la subida de precios, hasta la propia Fernández o la situación. “Cristina miente” e “indignados” varias de las frases que no paraban de repetirse.
A golpe de cacerola, los manifestantes de Buenos Aires reclamaron “justicia independiente” y no más trabas contra el dólar. De hecho, una mujer del Barrio Norte portaba una pancarta donde podía leerse “somos el 46%”, cifra que no votó a la viuda de Néstor Kirchner en las últimas elecciones y que no se sienten representados por ella.
Como no podía ser de otro modo, no fue sólo la calle lo que ardió en contra de la presidenta argentina. Las redes sociales también bullían de pura actividad, sobre todo twitter. Donde con los hashtag #cacerolazo y #cac3rolazo miles de personas acompañaron a aquellos que se manifestaron en plena calle.
Esta es la tercera cacerolada del año, que volvió a ser convocada a través de Internet y que insiste en el desacuerdo generalizado por las imposiciones que se están poniendo a la compra de divisas (a pesar de ser muchos los gobernantes que tienen parte de sus fortunas en dólares).
Como es el caso de Mauricio Macri, líder del PRO (Propuesta Republicana), que ha asegurado no saber cuanto dinero en dólares tiene y no tener intención de cambiarlos. La propuesta del periodista Víctor Hugo Morales de cambiar todos los dólares de las altas esfera por pesos ha caído en saco roto para él, que considera que “La tensión por el dólar paralelo no se soluciona cambiando a pesos la economía. Lo que hay que frenar es la inflación”.
