Parece que Evo se queda sin apoyos. Dos de sus ministros han dimitido de su cargo, el de Defensa y el del Interior, y ahora, la población se le echa encima. Ocho distritos del país boliviano se unieron el miércoles a la huelga nacional convocada por la COB (Central Obrera Boliviana), movilizados en apoyo a los indígenas que marchaban contra la construcción de una carretera. Parece que Evo se queda sin apoyos. Dos de sus ministros han dimitido de su cargo, el de Defensa y el del Interior, y ahora, la población se le echa encima. Ocho distritos del país boliviano se unieron el miércoles a la huelga nacional convocada por la COB (Central Obrera Boliviana), movilizados en apoyo a los indígenas que marchaban contra la construcción de una carretera.
La situación política en Bolivia se complica. Evo se enfrenta a un paro general que agravaría la crisis social que azota al país latinoamericano. El mayor sindicato del país, la COB, convocó una huelga nacional para manifestarse en contra la represión policial que sufrieron el pasado domingo los indigenistas.
Las movilizaciones en La Paz y Cochabamba, las principales ciudades, paralizaron durante horas el centro urbano. “Tipnis, Bolivia te defiende” o “Evo, fascista” fueron algunos de los eslóganes que se vieron durante la manifestación.
El paro, convocado por afiliados de la COB y trabajadores independientes en las principales ciudades del país, fue acompañado con masivas marchas, las mayores desde enero pasado, cuando Morales decretó un aumento en el precio de los combustibles, que luego derogó ante el rechazo popular.
A diferencia de protestas anteriores, ayer se volcaron a las calles sectores populares que antes apoyaban al mandatario y que ahora se muestran desilusionados. Un paro que el Gobierno de Morales calificó de innecesario.
Los indígenas se opusieron a la construcción de una carretera de 300 km que cruzaría el Territorio Indígena y el Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en el centro del país, de un millón de hectáreas, rico en flora y fauna y donde habitan varios grupos de indígenas desde tiempos ancestrales.
Los ministros no lograron convencer a los nativos para trabajar en una propuesta alternativa y que de forma conjunta se realizara una consulta directa con las comunidades que habitan los territorios por donde pretendía pasar la vía.
Sin acuerdo alguno, El presidente boliviano ordenó el pasado domingo disolver la marcha, que cumplía 41 días, con el resultado de varios heridos y detenidos, un día después de que el ministro boliviano, David Choquehuanca, fuese retenido y obligado a marchar con los indígenas.
