Los empresarios del sector agropecuario de Argentina han rechazado la oferta que les ha hecho la presidenta del país, Cristina Fernández, para mejorar la comercialización del trigo. Tanto la línea de créditos blandos que la mandataria ha abierto esta semana, como la apertura parcial de la exportación de trigo, han sido iniciativas insuficientes para este gremio. Como respuesta, el sector ha decidido convocar una huelga que tendrá lugar durante la semana que viene. Los empresarios del sector agropecuario de Argentina han rechazado la oferta que les ha hecho la presidenta del país, Cristina Fernández, para mejorar la comercialización del trigo. Tanto la línea de créditos blandos que la mandataria ha abierto esta semana, como la apertura parcial de la exportación de trigo, han sido iniciativas insuficientes para este gremio. Como respuesta, el sector ha decidido convocar una huelga que tendrá lugar durante la semana que viene.
Para reconciliarse con el sector agrícola y responder a sus peticiones, el gobierno de Cristina Fernández ha anunciado esta semana dos iniciativas. La presidenta ha anunciado una línea de crédito que defendería el precio real del trigo, y ha levantado parte de las trabas establecidas a la exportación del alimento.
La primera iniciativa establece que el Banco Central del país concederá una línea de crédito por una suma total de 840 millones de pesos (163 millones de euros). Dicho importe está destinado a financiar el valor de hasta 300 toneladas de trigo por cada productor. El crédito carece de tasas de interés y tiene un plazo de pago de 180 días.
La segunda, anunciada ayer durante una reunión celebrada entre los representantes del campo y el Gobierno, establece la apertura parcial de la exportación de trigo. Cristina Fernández ha propuesto la liberalización de las trabas a un límite de tres millones de toneladas. Es decir, los productores de trigo podrán exportar hasta dicha cantidad del cereal. El saldo exportable de trigo es de 7,5 millones de toneladas durante la campaña 2010/2011.
Sin embargo, las patronales agroalimentarias piden que se eliminen por completo dichas trabas y se libere por completo las exportaciones de trigo. Sostienen que, con el actual sistema, los productores de trigo deben vender los granos a los grandes exportadores, que se lo adquieren a un precio inferior a lo que vale la tonelada en el mercado internacional.
En la actualidad, en el mercado interno los productores de trigo cobran 60 dólares (46 euros) menos por tonelada. Al menos, esto es lo que ha comentado Mario Llambías, titular de Confederaciones Rurales Argentinas, una de las patronales presentes en la llamada Mesa de Enlace. El representante ha asegurado también que la liberalización de las exportaciones de trigo no tiene porqué tener un impacto en el precio del pan, ya que el trigo sólo tiene una incidencia del 8% en el costo de elaboración de dicho producto.
Ante las iniciativas del gobierno de Cristina Fernández, los productores agroalimentarios han decidido convocar una huelga que se extenderá durante la semana que viene. El paro comenzará el lunes 17 de enero y finalizará el domingo 23 del mismo mes. Durante el mismo el campo no venderá ni trigo ni soja. Sin embargo, la movilización no afectará a la comercialización de productos frescos, como la carne.
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