Los candidatos a la Presidencia de Brasil que medirán sus fuerzas en las urnas el próximo 5 de octubre se han enfrentado en un tercer debate, marcado de nuevo por los escándalos de corrupción en Petrobras. Los candidatos a la Presidencia de Brasil que medirán sus fuerzas en las urnas el próximo 5 de octubre se han enfrentado en un tercer debate, marcado de nuevo por los escándalos de corrupción en Petrobras.
La educación, la sanidad, la reforma agraria, la economía y los aspectos sociales fueron los temas tratados en el encuentro televisado por la cadena de televisión de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil, en el que participaron ocho de los once candidatos.
La actual presidenta, Dilma Rousseff, que busca su reelección por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT), y el opositor Aecio Neves, Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), protagonizaron los enfrentamientos más destacados, en los que salió a la luz el caso de corrupción en la petrolera que salpica al partido de la mandataria.
En el debate también estaba presente Marina Silva, la candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB) y principal favorita para intentar desbancar a Rousseff, que insistió en que los candidatos deberían presentar un programa de Gobierno, criticando así a la presidenta brasileña y a Neves.