Activistas del Movimiento Trabajadores Sin Techo (MTST) se han manifestado frente al Ministerio de Hacienda de Brasil en las diversas delegaciones del país para mostrar su descontento contra las nuevas medidas de austeridad implementadas por el Gobierno de Dilma Rousseff. Activistas del Movimiento Trabajadores Sin Techo (MTST) se han manifestado frente al Ministerio de Hacienda de Brasil en las diversas delegaciones del país para mostrar su descontento contra las nuevas medidas de austeridad implementadas por el Gobierno de Dilma Rousseff.
Guilherme Boulos, líder del movimiento ha criticado el ajuste fiscal que pretende revertir el déficit del 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) que se espera para 2016. “Mientras no pare el ajuste fiscal y no liberen recursos para la vivienda en este país habrá manifestaciones casi todos los días”.
El último anuncio del Gobierno ha sido un recorte de gasto público que por primera vez toca los programas sociales, principal aportación tanto del expresidentes Luiz Inácio Lula de Silva como se la actual mandataria. En concreto, como señala El Nuevo Herald el plan ‘Mi Casa, Mi Vida’, que ofrece viviendas a bajo coste para personas sin recursos, es uno de los perjudicados con estos nuevos anuncios.
Una de las principales críticas que le hacen es que haya anunciado la tercera fase del plan para un día después anunciar recortes. De ahí que las sedes ministeriales de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia hayan sido tomadas a la par que se criticaba al líder de la cartera, Joaqum Levy.
Profesores, sin techo y en general personas de las más bajas clases sociales brasileñas se han echado a la calle para criticar que la líder del Partido de los Trabajadores (PT) parezca tener más en cuenta a los ricos que a los más desfavorecidos.
Todo ello mientras el Ejecutivo no para de revisar a la baja sus estimaciones de crecimiento, para este año se espera una contracción económica del 2,44% y una inflación del 9%, el Gobierno se encuentra en medio de una crisis institucional derivada del escándalo de Petrobras y las agencias de rating, como Standard & Poor’s hayan decidido bajar la nota riesgo de Brasil a BB+, considerando al país “bono basura”.
