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Las petroleras internacionales rechazan, de nuevo, la invitación de Evo a invertir en Bolivia

Evo no consigue que las petroleras internacionales vuelvan a instalarse en Bolivia. Los directivos de las empresas del sector de los hidrocarburos aún ven barreras para invertir en la extracción de gas y petróleo en el país. Hasta un ranking lo dice. La nación boliviana cayó un puesto, del 133 al 134, en la lista global de naciones sobre clima de negocios en la industria del oro negro. Si a esto le añadimos el momento en el que el presidente echó a las petroleras del país en 2006, hace que Bolivia se encuentre entre una de las regiones menos atractivas para los inversores. Evo no consigue que las petroleras internacionales vuelvan a instalarse en Bolivia. Los directivos de las empresas del sector de los hidrocarburos aún ven barreras para invertir en la extracción de gas y petróleo en el país. Hasta un ranking lo dice. La nación boliviana cayó un puesto, del 133 al 134, en la lista global de naciones sobre clima de negocios en la industria del oro negro. Si a esto le añadimos el momento en el que el presidente echó a las petroleras del país en 2006, hace que Bolivia se encuentre entre una de las regiones menos atractivas para los inversores.

El ranking se elabora sobre la base de los resultados de una encuesta aplicada por el Instituto Fraser de Canadá. Y Bolivia no se ha visto muy bien posicionada en éste. Esta región todavía no ha desarrollado un clima propicio para las inversiones, en gran parte por no contar con normas y leyes que den estabilidad y confianza al inversor.

El organismo destaca que el año pasado este país ocupaba el último puesto en el ranking sudamericano y en 2011 está ubicado sobre Ecuador y Venezuela aunque detalla que sus calificaciones casi no han cambiado. Perú registró un notable avance del puesto 85 al 76 como mejor destino para la inversión en hidrocarburos, puesto que esta región sí ha logrado generar un clima que ofrece seguridad y estabilidad a las empresas.

No obstante, no hay que olvidar que Evo no trató muy bien a las petroleras internacionales nada más llegar al Gobierno en 2006. El presidente mandó al Ejército boliviano a tomar los 56 campos petroleros de la región, que gestionaban Repsol y Petrobras. Pero, la realidad de las arcas públicas, mermadas por los escasos ingresos, obligó al ejecutivo a repensar el papel de las petroleras internacionales en el país.

El pasado mes de febrero, el presidente Evo Morales envió al representante de la petrolera pública del país YPFB, Carlos Villegas, a hacer un llamamiento a las principales compañías del sector para que vuelvan a invertir en Bolivia. El hecho tuvo lugar en el acto «Oil & Gas Latin America Summit 2011» en Río de Janeiro, donde Villegas presentó la nueva política de exploración de hidrocarburos en el país.

Este llamamiento tuvo sus frutos y el Gobierno comenzó a hacer negocio. En mazo, la argentina YPF, filial de la española Repsol, y la brasileña Petrobras han firmado un acuerdo con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), para la exploración de hidrocarburos en seis áreas del sur de Bolivia.

Más recientemente, la compañía subsidiaria del grupo indio Jindal, Gas To Liquid International S.A.(GTLI), y la estatal YPFB han suscrito un contrato para invertir 72 millones de dólares (50 millones de euros) en exploración de gas y petróleo en varios territorios clave de Bolivia. El proyecto se iniciará en los próximos meses en las regiones de La Paz, Chuquisaca y Santa Cruz, consideradas por el Gobierno como potenciales para el descubrimiento de nuevos recursos gasíferos.

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