La guerra comercial que mantienen Argentina y España tras la nacionalización por parte del gobierno argentino que preside Cristina F. de Kirchner de la petrolera YPF, puede tener sus primeros beneficiados. Varias empresas brasileñas dedicadas al biodiesel van a aprovechar las limitaciones que han puesto las autoridades españolas a la importación este biocombustible desde el territorio argentino. La guerra comercial que mantienen Argentina y España tras la nacionalización por parte del gobierno argentino que preside Cristina F. de Kirchner de la petrolera YPF, puede tener sus primeros beneficiados. Varias empresas brasileñas dedicadas al biodiesel van a aprovechar las limitaciones que han puesto las autoridades españolas a la importación este biocombustible desde el territorio argentino.
Los empresarios brasileños, creen que la producción de biodiesel de su país, podrá hacer frente a las necesidades de este combustible no fósil que aparecerán en España al dejar de tener a los proveedores argentinos.
Adriano Pires, consultor del Centro Brasileño de Infraestructuras, ha señalado que esperan que el gobierno de su país les diga a los productores que se puede negociar con España y Europa, ya que en este tema habrá una postura común de toda la Unión Europea.
De acuerdo con el regulador brasileño de hidrocarburos y biocombustibles, ANP, la producción de biodiesel crecerá un 26% y llegará hasta los 23.606 metrós cúbicos por día, gracias a la construcción de nuevas plantas y proyectos de ampliación de este hidrocarburo creado principalmente a base de soja.
Los petrolera estatal brasileña, Petrobras, también han señalado la última semana que aumentará sus inversiones en Argentina. Sin duda Brasil juega a dos bandas en el partido de los combustibles de la región, y no le interesa ser el enemigo de nadie, ni para venderle, ni para trabajar en su país.
