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Las eléctricas españolas, al margen de las nacionalizaciones en Bolivia

Iberdrola y Red Eléctrica no se verán afectadas por el proceso de nacionalización que ha puesto en marcha el Gobierno de Evo Morales, porque sólo operan en el ámbito del transporte y de la distribución en Bolivia, y no el de la generación eléctrica. REE es propietaria al 100% de Transportadora de Electricidad (TDE), una compañía por la que pagó 91 millones de euros en 2002 a Unión Fenosa y el Santander. Mientras, Iberdrola controla la distribución de la capital y otras dos ciudades. Iberdrola y Red Eléctrica no se verán afectadas por el proceso de nacionalización que ha puesto en marcha el Gobierno de Evo Morales, porque sólo operan en el ámbito del transporte y de la distribución en Bolivia, y no el de la generación eléctrica. REE es propietaria al 100% de Transportadora de Electricidad (TDE), una compañía por la que pagó 91 millones de euros en 2002 a Unión Fenosa y el Santander. Mientras, Iberdrola controla la distribución de la capital y otras dos ciudades.

A mediados de mes el presidente del Gobierno español se reunió con Evo Morales, quien se encontraba de visita oficial en España. Zapatero decidió condonar de forma directa el 60% de la deuda externa de Bolivia y puso el 40% restante en un fondo para financiar proyectos en el país americano.

El Ejecutivo de Bolivia ha comenzado a negociar el proceso con Corani, Guaracachi y Valle Hermoso, las tres empresas generadoras de electricidad que operan en el país, participadas por capital extranjero, y ya ha encargado que una consultora internacional fije el valor económico de las empresas. Corani está participada en un 50% por Ecoenergy International, filial del gigante francés GDF Suez, mientras que Guaracachi tiene como socia principal a la británica Rurelec PLC, que posee la mitad de su capital. El 50% de Valle Hermoso está en manos de la empresa The Bolivian Generating Group.

El capital restante de las tres empresas pertenece a fondos de pensiones privados en representación de los jubilados. El objetivo de Evo es que el Estado boliviano controle al menos el 51% del capital social de las empresas, aunque este porcentaje podría ser mayor.

Evo Morales ha dicho en varias ocasiones que Bolivia abre sus puertas a las inversiones privadas, pero siempre y cuando respeten la normativa nacional y que el Estado es propietario de todos los recursos naturales. En su reciente visita a España, el presidente del país latinoamericano destacó la mejora de las relaciones con los empresarios españoles y puso como ejemplo la superación de las desavenencias que tuvo con Repsol YPF hace unos años. La petrolera española tiene previsto invertir en Bolivia este año unos 1.000 millones de dólares.

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