Argentina vuelve a revivir el debate sobre las estadísticas de inflación, que tiene unas expectativas de alcanzar el 29% en los próximos doce meses, según un estudio privado del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella, una cifra muy alejada de las que proporciona el Gobierno, que cifra el aumento de los precios en un 9,8%. Mientras, el FMI ha vuelto a cargar contra Cristina Fernández y asegura que mientras no mejore la calidad de los datos oficiales seguirá utilizando informes privados para sus estimaciones. Argentina vuelve a revivir el debate sobre las estadísticas de inflación, que tiene unas expectativas de alcanzar el 29% en los próximos doce meses, según un estudio privado del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Universidad Torcuato Di Tella, una cifra muy alejada de las que proporciona el Gobierno, que cifra el aumento de los precios en un 9,8%. Mientras, el FMI ha vuelto a cargar contra Cristina Fernández y asegura que mientras no mejore la calidad de los datos oficiales seguirá utilizando informes privados para sus estimaciones.
La posición del organismo internacional supone un duro revés para Cristina, que hace algunos meses ya se había comprometido a revisar la forma en que su Gobierno maneja las estadísticas. Según el FMI, para este año la inflación en Argentina será del 11,5%, mientras que para el próximo, 2012, se situará en un 11,8%. En todo caso, según las previsiones de los técnicos del organismo, la cifra no bajará de dos dígitos, una barrera simbólica.
El FMI ha sido inusualmente duro y en un informe ha señalado que «para la supervisión macroeconómica, hasta que la calidad de los datos hayan mejorado, el personal del FMI hará uso alternativo de las estimaciones de analistas privados, que han mostrado un crecimiento que es, en promedio, significativamente menor que el crecimiento del PBI oficial, a partir de 2008, y de estimaciones de organismos provinciales de estadística y de analistas privados, que han mostrado una inflación considerablemente más alta que la tasa de inflación oficial, a partir de 2007».
Cristina Fernández mantiene desde hace años una cruzada contra los informes privados de inflación, y ha multado en varias ocasiones a aquellas organizaciones que han hecho públicas cifras que difieran de las del Gobierno. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación se sitúa actualmente en Argentina en 9,8%, una cifra alejada de las estimaciones del FMI y de los informes privados. Las estadísticas oficiales de inflación argentinas han sido muy cuestionadas por analistas privados desde enero de 2007, cuando se introdujeron cambios metodológicos en la medición, lo que se atribuye al supuesto intento de manipular las cifras a la baja.
