Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), que se han reunido hoy en Luxemburgo, han decidido posponer la revisión de la Posición Común hacía Cuba, que determina las relaciones a mantener con el régimen, y así dejar tiempo para que el diálogo que han iniciado la Iglesia Católica y las autoridades cubanas propicie nuevos avances en materia de derechos humanos. A pesar de no aprobar ningún texto, el Consejo de Ministros ha encargado al canciller español Miguel Ángel Moratinos la tarea de mantener el diálogo con el régimen y apoyar sus contactos con la Iglesia. Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE), que se han reunido hoy en Luxemburgo, han decidido posponer la revisión de la Posición Común hacía Cuba, que determina las relaciones a mantener con el régimen, y así dejar tiempo para que el diálogo que han iniciado la Iglesia Católica y las autoridades cubanas propicie nuevos avances en materia de derechos humanos. A pesar de no aprobar ningún texto, el Consejo de Ministros ha encargado al canciller español Miguel Ángel Moratinos la tarea de mantener el diálogo con el régimen y apoyar sus contactos con la Iglesia.
La noticia ha sorprendido a muchos analistas políticos que daban por sentado que la UE aprobaría hoy una declaración en la que se reafirmaría la vigencia de la Posición Común sobre Cuba, cuya vigencia revisan cada año desde que se estableciera en 1996 a iniciativa del ex presidente del Gobierno español José María Aznar.
En la actualidad, no existe la unanimidad necesaria entre los veintisiete Estados miembros de la UE para cambiar esta política, sobre todo por parte de países como Alemania, Suecia o la República Checa, que consideran que el Gobierno de Raúl Castro no ha hecho esfuerzos suficientes en la cuestión de los derechos humanos.
El ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, ha mostrado su optimismo de que la Posición Común sea revocada en el mes de septiembre, en el caso de que se den las condiciones necesarias. «Seguimos avanzando mediante el diálogo, la confianza y un enfoque constructivo, y esperamos que dentro de un tiempo razonable podamos tener conclusiones formales donde pasemos a otro tipo de relación con Cuba», comentó el ministro español.
Moratinos explicó que esta decisión se ha adoptado «a raíz» del diálogo iniciado por la Iglesia católica y Cuba, «de las medidas que se están tomando y para permitir que el proceso que en este momento se está desarrollando tenga éxito».
Justo el día antes de que los países de la UE debatieran la Posición Común que mantienen sobre Cuba, los dirigentes de la Isla, liberaron a un preso e hicieron público el hecho de que habían acercado a otros seis hasta sus provincias de origen. El preso liberado es Ariel Sigler Amaya, miembro del llamado grupo de los 75. Sigler, de 46 años y parapléjico desde el 2008, recibió el sábado licencia en la pena de 20 años que cumplía desde el año 2003.
El Gobierno de Raúl Castro comunicó también, al Arzobispado de la Habana, el traslado de otros seis presos a cárceles situadas en lugares en donde viven sus familias. En total son 12 los traslados de reclusos, desde que comenzó el 1 de junio un proceso de mejoras para los presos, acordado por Raúl Castro y el arzobispo de La Habana, Jaime Ortega.
La liberación de Sigler y el traslado de los presos, es el resultado de la negociación entre cubanos que mantiene el Gobierno con la Iglesia Católica, a través de Ortega. Las medidas del Gobierno de Castro se adelantan a la llegada a cuba del ministro de Asuntos Exteriores del Papa, Dominique Mamberti, para presidir en la Isla la Semana Social Católica que se celebrará del 16 al 20 de junio. La Iglesia cubana desliga el viaje de Mamberti con lo conseguido por los frutos de su gestión. El Gobierno cubano, por su parte, descarta haber actuado por presión del “enemigo”.
Sigler y los 12 presos reubicados forman parte del grupo de 75 opositores al régimen de Castro condenados en el año 2003, por lo que aún quedan 52 en prisión.
